La ordenanza municipal de publicidad de 1999 se remoza, ya era bastante restrictiva, y mucho menos agobiante que en otras capitales donde, por ejemplo, está prohibido repartir hojas volanderas. Montar numeritos para grabarlos en la calle, las acciones de marketing street requieren una manita de gestiones para alivio del paseante. Entre las novedades que nos va a despachar la refundida ordenanza es mayor control sobre la instalación de rótulos, la publicidad con lonas gigantes en los andamios y adaptarse a los nuevos soportes que surgen con el siglo. Las vallas publicitarias están acometiendo su muda digital con la instalación de pantallas de gran formato que habitan desde el mobiliario urbano a los videowalls que proyectan vídeos por las fachadas en plan Blade Runner Beijing. Calzar una lona publicitaria cubriendo un andamio en modo gigantografía durante un mes, entre impresión de lonas, instalación, iluminación y tasas, rondaba una media de 60.000€ antes de la era coronabicho, el precio era variable según la ubicación. Un mínimo de 672 horas de llamada de atención a gritos y fondo patrocinado para todas las equitativas selfies.

Con la nueva propuesta se pretende evitar estos telares. Iniciamos uno de esos debates que tanta discusión prende en los veladores entre nubes y sombras de café. Ahora que todo es marca se pone fin al invader libre. Es normal que cualquier medio de comunicación tenga un código ético y estético relativo a los anuncios que inserta. Sucede con los spots de televisión, las cuñas de radio y los avisos que navegan entre estas páginas que, en teoría, suelen están sujetas a un criterio corporativo. En el caso de Cenacheriland, regular el uso de los andamios y la rotulación de los negocios como reclamo va por barrios. De esta forma se intenta evitar el feísmo congénito en polínganos, centros comerciales y en especial los establecimientos de la almendra garrapiñada histórica. Según informaba Sebastián Sánchez en Málaga Hoy "a partir del próximo lunes cualquier ciudadano puede consultar el contenido de la propuesta en el portal Málaga Contesta, abriéndose de este modo un periodo de consulta en el que podrán realizarse aportaciones a la misma". Infoxicación es un neopalabro que refiere la saturación de información, publixicación tal vez defina al empacho publicitario y acoso visual. Ya nos gustaría que se aplicase el mismo criterio para el rascacielos del puerto. Cuestión de preferencias y manías personales. Las cosas de andamio por casa.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios