Contenedores y olores

Como novedad, este año se incorpora al itinerario la recientemente reformada plaza del Teatro

Retomada la normalidad tras el paréntesis que supuso la Covid, retorna esta Semana de Pasión a sus deberes procesionales, con fe y vocación renovada, la Real, Ilustre y Venerable Archicofradía y Santísima Hermandad de Contenedores y Señora de las Miasmas y Olores. En la singularidad de tan excelsa condición, la Hermandad no desarrollará, un año más, un itinerario determinado a imagen y semejanza de la tradición y costumbre que impera entre sus homólogas de nuestra ciudad y el resto del mundo católico, sino que, cual estación de penitencia, se encontrará presente e inmóvil en puntos señalados de nuestra villa para que sea el fiel creyente quien haga penitencia por calles, plazas y recodos, descubriendo unas imágenes inolvidables llenas de aroma y sabor que perduraran en su memoria hasta el final de sus días, que Dios, en su inmensa misericordia, retrase muchos años. Como en celebraciones anteriores, Contenedores y Olores –nombre con el que se le conoce popularmente a la archicofradía– hará estación de penitencia en la plaza de la Merced, junto al solar ocupado antaño por los cines Astoria y Victoria, enmarcando unas incomparables vistas de la Alcazaba en las que se fusionarán el pasado musulmán de la ciudad, su secular tradición cristiana y la más ferviente contemporaneidad. Al mismo tiempo, ataviados con su tradicional gris marengo con faraona gris perla, la fila de contenedores penitentes se mantendrá presente en las inmediaciones de calle Granada, donde la Hermandad ha realizado ensayos diarios durante los últimos meses en los que ha demostrado una capacidad insuperable para aromatizar la vida e ingesta de quienes en las proximidades pretendían disfrutar de la excelsa gastronomía globalizada de nuestra tierra. Como novedad, este año se incorpora al itinerario la recientemente reformada plaza del Teatro, donde los contenedores allí presentes, alimentados por la devoción que procesan bares y restaurantes de la zona, parecen reproducirse y ya casi rodean su ficus centenario, protegiéndolo de los indeseables viandantes que pretenden sentarse en el banco que lo circunvala.

Como todos los años, el acompañamiento musical estará a cargo de la Real Banda de Tambores del Cuerpo de Limpieza de Limasa, que cada madrugada ofrecerá la tradicional tamborada con la que se marcará el final de una jornada de fe, fiesta y esparcimiento, y el inicio de otra no menos sentida.

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