Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

coleraquiles@gmail.com

La Monarquía en alpargatas

Las fotos de la familia real en alpargatas han hecho más por el Trono que cualquier manifiesto monárquico

Gaceta de Madrid. Parte Oficial. Presidencia del Consejo de Ministros: "SS.MM. El Rey y la Reina Regente (Q.D.G.) y Augusta Real Familia continúan en esta Corte sin novedad en su importante salud. Sábado 20 Abril 1901". No es arriesgado deducir, tras ver las fotos de la Augusta y Real Familia en Mallorca, que ninguno de sus miembros sufre de hinchazón de pies ni de tobillos, causada por retención hídrica, lo que no descarta otras enfermedades, pero sí embolias, insuficiencia renal, insuficiencia venosa, linfedema, enfermedades reumáticas, insuficiencia cardiaca, trombosis venosa y varices. Y eso, pese a que el Rey llevaba calzado ajustado y las chicas esparteñas amarradas fuertemente a las piernas. Se podría decir, pues, que no se advierten novedades dignas de mención en la importante salud de la familia real. Las fotos de Vanity Fair revelan que no serán los monárquicos, y sus logomaquias, los que salven el Trono. Lo harán unas muselinas, unas alpargatas, los short de una madre controladora, unas adolescentes florecientes y un señor, el Rey, con aspecto de profe guay de sociales. ¡Republicanos, poneos las pilas: compradle a vuestras niñas unas esparteñas y veranead en Mallorca! A mí me ha enamorado la sahariana con alorcitas del monarca, parecida a la que usaba mi padre. Por mi parte, no dejaré de ser republicano ni aunque SM use Floïd, la colonia de mi progenitor, y lea en verano, debajo de un olivo, como él solía hacer, las novelas del Comisario Maigret. La Tercera República vendrá cuando el republicanismo patrio mande a sus niñas casaderas a estudiar a un centro inglés como el que acogerá en su último año de Bachillerato a la futura reina de España -si un dios o un improbable referéndum no lo remedia- que, a diferencia de otros internados elitistas, apuesta por la diversidad, el compromiso ecológico y la interacción entre jóvenes de diversas extracciones sociales, con 'espíritu abierto y crítico', según rezan sus estatutos. Las clases de malevaje las recibirá Doña Leonor de su abuelo, desde Abu Dabi, para que no se pierda lo que viene siendo la idiosincrasia borbónica. La fluidez moral presente en la ejecutoria de esta dinastía no permite descartar que Sofía, la segundona, cambie de género y, ya como varón, reclame para sí el trono español, con la Constitución en la mano.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios