El VAR de la Casona del Parque

La concejala de Adelante Málaga prometió con 'paradiña' y el árbitro aceptó que era leal a la Constitución

MAL asunto si al término de un partido el principal protagonista es el árbitro. Pero más que por sus errores, que afortunadamente no alteraron el resultado final del encuentro, por lo insulso de la contienda. Si había expectación ayer por ver el comportamiento de un jugador, el escaso público que pudo presenciar en directo la contienda, se quedó con las ganas. El entrenador lo dejó en el banquillo para que observáramos cómo se desenvuelve el nuevo fichaje del conjunto naranja para esta temporada. Y lógicamente aún está falta de ritmo. Si le ponemos cara y crónica al símil futbolístico de lo sucedido en el Pleno que invistió a Francisco de la Torre como alcalde de Málaga, se puede decir que el trencilla encargado de controlar la sesión era el secretario municipal Venancio Gutiérrez. Un funcionario con décadas de experiencia. Que ayer afortunadamente nos sacó del tedio cada vez que utilizó el silbato. Se equivocó en dos ocasiones al presentar a los jugadores que competirán en La Casona. Decidió que para estrenar el cargo podían mostrar su lealtad a la Constitución a coro. Y así lo hicieron en primera instancia. Los “juro” sonaron con mayor intensidad que los “prometo”. Pero claro, la fórmula era individual, no colectiva. Así que debía funcionar algún VAR que se lo hizo notar. Repetición de la jugada con la advertencia de que la Junta Electoral Central había dejado claro que no se podían usar latigillos que desvirtuaran el juramento o la promesa a la Carta Magna. Hasta que el portavoz de Adelante Málaga Eduardo Zorilla coló el primero añadido. Ley de la ventaja y continuó el encuentro. Pero claro, ya con Francisca Macías, el árbitro detuvo el partido. Tenía que quedar clara su pleitesía a la norma fundamental del Estado. Solución, dejar una pausa entre el sí prometo y la coletilla “luchar por una Málaga más justa y democrática”. Así que, otra vez el balón en posesión de la concejala, que hizo la paradiña sonara exigida y completó con éxito su internada. El juez le dio finalmente validez.

Y llegaron las votaciones o la tanda de penaltis secreta y en urnas. Y Gutiérrez anunció el resultado. Francisco de la Torre, 17 votos. Como todos los jugadores estaban seguros que no había amaños en las apuestas, clamaron: “Nooooo”. Y el arbitro insistió, Francisco de la Torre, 17 votos. Y otra vez la réplica desde las bancadas. A la tercera fue: Francisco de la Torre 17 votos, Daniel Pérez, 16. No saltó la sorpresa. Juan Cassá, el defenestrado portavoz de Ciudadanos al que dejaron en el banquillo por el resultado del 26-M, dijó también sí. Yel alcalde, que ejercitó su capacidad nemotécnica para seguir mentalmente el recuento, respiró. En Málaga, sólo Pedro Fernández Montes era más feliz que él. Su venganza fría con Margarita del Cid en Torremolinos. Ni con cuarto árbitro.

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