Bloguero de arrabal

Pablo Alcázar

coleraquiles@gmail.com

El algoritmo de eva

El Facebook censura, como censuraba Franco, y lo hace con un algoritmo. Los usuarios se lo saltan, amparados en el arte.

Entusiasmada una amiga con un grabado de Nuestros Primeros Padres, obra de Max Svabinsky, que colgué en Facebook, exclamó: "¡Hay que ver lo bien que le salió a Dios el prototipo!". En él aparece Adán de rodillas ante Eva, empeñado, pienso, en volver al confortable útero de su compañera, para ser renacido. Es posible que haya publicado un grabado que se presta a una interpretación tan peregrina, para provocar las reacciones de mis amigos virtuales, para escandalizarlos un poco y, sobre todo, para probar que la censura algorítmica del Facebook ha asumido la alta responsabilidad de distinguir lo que es artístico de lo que no lo es, aprovechando la "democratización del arte" provocada por las vanguardias, Warhol, la fotografía digital, el desprestigio de las academias y de las cátedras universitarias y, sobre todo, por el copia y pega de las redes. Facebook censura y, como en tiempos de Franco, los usuarios de esa red social juegan a colarle goles al censor, envolviendo sus aportaciones más políticamente incorrectas en el papel de celofán del arte. El algoritmo censor de Facebook no vio nada malo en que, en una interpretación libérrima del grabado de Svabinsky, este bloguero sostuviera después que lo que realmente pretendía Adán era "comerle el algoritmo a Eva"; ni tampoco que algunas amigas, tras estudiar la tectónica corporal de Eva, rechazaran, por imposible, la interpretación de que Adán estaba degustando algún fruto jugoso del Paraíso. Pero con lo que no transige el algoritmo del Facebook es con las fotos de cuerpos desnudos de hombres y mujeres. A mí me castigó a pasarme 24 horas en el rincón de callar por poner en mi muro la foto de un hombre que se paseó desnudo hace unos días por el Paseo de los Tristes. Cuerpos vivientes (fotografiados desnudos), no; cuerpos, en pelotas (como los de Adán y Eva), considerados obras de arte, sí. Lo políticamente correcto no rige cuando son los artistas, los creadores, los que representan en sus obras tabúes, perversiones, violencias y pecados: la calle no es de los cuerpos desnudos, pero sí el museo. Tan orgulloso me siento de haber inventado el término 'algoritmo' para designar la vulva de Eva que no descarto patentarlo. Para mí tengo que no es de menos calidad que la metáfora que Neruda ideó en el Canto General para el sexo del varón, al que llamó "arma de cristal humedecido". Lo sé, me he venido arriba.

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