Los funcionarios y el refugio ante las crisis

Sevilla cuenta con 116.000 trabajadores públicos frente a los 76.000 de Málaga. Muchas más familias con protección

La única secuela que le ha dejado al alcalde de Málaga el accidente cerebral que sufrió hace unos cuarenta días es un sombrero, o varios. Prenda que luce el regidor se presume que no por coquetería sino para cubrirse de los rayos solares la zona de la cabeza en la que los cirujanos le practicaron la incisión para eliminar el coágulo que le presionaba la zona.

Por lo demás, Francisco de la Torre ha compatibilizado su primera semana de reanudación laboral con la concesión de múltiples entrevistas a los medios de comunicación, rebajada la expectación tras su vuelta y amortiguado, de momento, el morbo ante la posibilidad de que fuera desalojado del cargo por el concejal Juan Cassá, se supone que a partir de ahora podrá dedicarse por completo al desafío de esta pandemia

En la conversación con el regidor que este periódico publicó el sábado, De la Torre rescató de su intacta memoria una aseveración para los tiempos de crisis. En periodo de crecimiento, Málaga presume de ser el motor económico andaluz. De contar con mayor número de emprendedores, de liderar la creación de empresas en la comunidad . Pero cuando las cosas vienen mal dadas el derrumbe es estrepitoso. Y demuestra la fragilidad de un tejido productivo, integrado por autónomos y pymes que no figuran en la órbita de grandes estructuras empresariales a las que prestar servicio. Se hallan a merced de las inclemencias sin posibilidad de resguardo ante cualquier vendaval.

Se quejaba De la Torre, en la entrevista, de la cifra de Ertes en Málaga, muy superior en proporción a los de la provincia de Sevilla. Y se refería a esa centralidad autonómica que le proporciona a la provincia hispalense un mayor número de funcionario, con sueldos protegidos en este periodo de convulsión. El alcalde malagueño siempre se opuso a que Sevilla consiguiera un estatuto de capitalidad que le reportara más ingresos. Entiende que ya son suficientes beneficios la presencia de las sedes principales de la Administración andaluza.

Es cierto que según las estadísticas publicadas en 2018, Sevilla cuenta con unos 116.000 trabajadores públicos frente a los 76.000 de Málaga. El desnivel es 60.000 frente a 40.000 en la Junta. Esos datos se traducen en muchas decenas de miles de familias con amparo y con capacidad de generar consumo en su entorno. Pero la lectura no puede ser que el hecho de que la economía malagueña puede caer hasta un 14% de su Producto Interior Bruto este año, que haya ahora mismo 300.000 trabajadores en el paro o pendiente de los Ertes, se debe a que contamos con pocos funcionarios públicos. Si las futuras generaciones quieren ser médicos, enfermeros, maestros y policías que lo hagan por imitar sus servicios en esta crisis. No porque les incitemos a apostar por el valor refugio de sacarse una oposición.

MÁS ARTÍCULOS DE OPINIÓN Ir a la sección Opinión »

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios