La málaga faraónica

De momento, contamos con la versión edulcorada del proyecto del eje litoral: muchos más metros de superficie para pasear

Con las calles sin aceras y la ciudad sin agua, en cuanto llovía con fuerza dos días la depuradora se atrancaba con el barro y las piedras, Pedro Aparicio tuvo que cargar durante 16 años con el sambenito de promover obras faraónicas. En realidad, el aparcamiento de la Plaza de la Marina y el encauzamiento del tramo final del río Guadalmedina. Poco bagaje para compararlo con las pirámides. Con Francisco de la Torre la capital de la Costa del Sol ha culminado una indudable transformación, pero lo único faraónico de su legado son las rotondas. Hasta ahora. Quiere revolucionar la fachada litoral del centro de la urbe en una operación en la que se soterrarían al tráfico más de 2 kilómetros y para la que necesita 440 millones de euros.

Gracias al plan litoral hemos conocido a Pablo Otaola. Fichado en diciembre de 2019 por unos 100.000 euros al año como el urbanista estrella. Un ingeniero de caminos, hasta ahora brillante. Aunque de Bilbao, pasó parte de su juventud en Málaga porque a su padre le nombraron director del Puerto en 1960. Un profesional muy versátil. Capaz de montar un restaurante en Madrid o de irse de ayudante del director del Instituto Valenciano de Arte Moderno. Pero a Otaola se le conoce por Bilbao y por eso lo ficho Francisco de la Torre. Además de que comparten debilidad hacia la cultura francesa.

Bilbao Ría 2000 primero. Una sociedad con 50% de capital del Estado y el resto de las administraciones vascas, presidida por el alcalde de Bilbao. Con fondos europeos y manos libres para gestionar operaciones de suelo y financiar el proyecto con las plusvalías. Incluso el puerto de Bilbao cedió gratis terrenos. Y Zorrotzaurre, la recuperación de un barrio degradado y una zona industrial de la mano de una sociedad público-privada con muchos intereses económicos en juego. El caso es que pudieron pagar a arquitectos de la talla de César Pelli o Zaha Hadid, gracias al tirón anterior del Gugenheim.

¿Es viable algo similar en Málaga? Suena a utopía que las administraciones acuerden pilotar el proyecto. ¿Cuál? Hasta ahora, Otaola ha presentado el trabajo que en 2018 realizaron el arquitecto Salvador Moreno Peralta y el ingeniero Pepe Alba. Ni una palabra del otro encargo a Ángel Asenjo: las 15 torres a lo largo de todo Muelle de Heredia. Y, eso sí, un nuevo concepto: Málaga es el eje de una ciudad-región. Más que una metrópolis.

Para abrir boca, tenemos la versión edulcorada de los miles de metros de superficie que ganan los peatones o las estaciones de autobuses soterradas para agilizar el tráfico. Pero eso son dibujos animados. Edificios, centros comerciales, negocios... ésa es la película para adultos. Y el faraón.

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