Los méritos de Bob Esponja

¿Qué mérito presenta Juan Cassá para que se le haya nombrado director del área de Nuevas Tecnologías

Aceptemos la afirmación de Max Weber (que no era exactamente un rojo) de que las luchas entre los partidos políticos no son solamente por sus objetivos programáticos, sino también, y en muy importante medida, luchas por el reparto de puestos entre sus seguidores. Aceptemos también que, a la vista de los últimos resultados electorales, en el Partido Popular no deben estar escasos de militantes, por lo que es de suponer que, entre semejante abundancia, no faltarán candidatos para ocupar un puesto de libre designación con una remuneración bruta de 60.000 € anuales. Máxime cuando en España, la ganancia media anual en 2021 de un trabajador no llegó a los 26.000 €. Reconozcamos por un instante que, si hay algo que le reviente a todo pata negra de cualquier partido político, es que le adelante por la derecha cualquier paracaidista recién llegado de otra formación, después de llevar más tiempo haciendo guardia que el palo de la bandera. Y más aún si el parachutado acaba de pasarse cuatro años poniendo en jaque los gobiernos de la diputación y el mayor ayuntamiento de la provincia, y solo ha podido ser neutralizado con un segundo reparto de puestos en el que solo ha participado él. Reparto que le ha permitido rozar la nada despreciable asignación de 90.000 € anuales actuando como portavoz del grupo del gobierno de una diputación gobernada por un partido del que no forma parte. 72.000 € al año por contar, si es que se lo contaban a él, lo que hacía el presidente de la Diputación por 80.000. Y establecidas todas estas premisas, preguntémonos ahora ¿qué mérito presenta Juan Cassá para que en el reparto de cargos de confianza de la Diputación se le haya nombrado director del área de nuevas Tecnologías? Parece ser que su experiencia laboral anterior a vivir de la política (siguiendo la terminología de Weber), aunque su currículum en la red es más escaso que el de Bob Esponja.

Para el profesor Maximum Shameless, la compra de favores entre la oposición no es más que una segunda derivada del reparto de puestos al que se refería Weber en La política como profesión. Solo que, en este caso, es con terceros y no por haber llegado, sino para poder llegar o mantenerse. Desde este punto de vista y conforme a la doctrina del marxismo de Al Capone, la actuación del ex político de Ciudadanos se debió compensar en la anterior corporación, por lo que ahora solo cabe una pregunta ¿por qué Cassá?

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