Con traje de gitana a la Alhambra

Mi amigo me dijo que una mujer vestida con burka sí puede entrar al monumento nazarí, pero vestida de comunión, no

El otro día, en un grupo de guasap al que pertenezco y en el que casi todos somos muy sesentones, casi setentones, Fernando hizo una pregunta sobre los horarios y entradas de la Alhambra. Todos intentamos contestarle y María Angustias puso algo que nos dejó a todos inquietos e interesados. “Ten cuidado Fernando en elegir la ropa para entrar porque puedes tener problemas”. Con estas palabras María Angustias puso al grupo en alerta. Todos le exigimos que se explicara y entonces ella lo hizo a través de un audio. Contaba María Angustias que este verano recibió la visita de su hija y su marido, que viven en Londres, y de su nieta, una niña de 6 años a la que le encanta Andalucía. La niña pidió a los padres que les comprara un traje de gitana en la tienda de la calle Capuchinas para lucirlo por la ciudad. Ese mismo día la familia tenía sacadas las entradas para la Alhambra y desde allí se fueron al monumento nazarí. El desconcierto familiar fue tremendo cuando uno de los empleados de la Alhambra les dijo que la niña no podía entrar con el traje de gitana, pues eso era un disfraz y había una norma que prohibe entrar al monumento disfrazado. Allí mismo los padres cambiaron de ropa a la niña para poder entrar. “¡Eso no puede ser! Yo me he leído las normas de entrada a la Alhambra y en ningún sitio pone eso”, dijo otro integrante del grupo. Total, que se lío el cacareo propio de los ‘guasaperos’ cuando todos quieren dar su opinión. “Andrés, tú que eres periodista, investiga el asunto”, decía uno de los amigos. “Yo lo único que investigo ya es si hay o no cerveza metida en el frigorífico”, puse. Aun así, pregunté por teléfono a un amigo que durante un tiempo tuvo que ver con la gestión del monumento. Y, efectivamente, me contó que, por ejemplo, los niños vestidos de primera comunión no pueden entrar vestidos de esa guisa. Y los pequeños que lleven globos los tienen que dejar en consigna hasta que termine la visita. Mi amigo me dijo que, sin embargo, una mujer vestida con burka sí puede porque impedirle la entrada sería atentar contra su religión y sus costumbres”, me dijo. “¿Una niña vestida de gitana no puede entrar y una mujer con burka sí?, le pregunté a mi amigo. “Así son las cosas”, me contestó. Estoy por disfrazarme de Boabdil y decir que aquellos palacios me pertenecen a ver si me dejan pasar.

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