Y van cuatro

El tren a lo largo de la costa se utiliza en cada periodo electoral y luego se deja dormir el sueño de los justos

Durante los últimos años el desarrollo económico y turístico de la provincia de Málaga ha continuado a un ritmo creciente. Las necesidades que acompañan a esta evolución, desde el punto de vista del transporte, son trascendentales para cualquier observador pero siguen encontrando dificultades que ralentizan hasta la extenuación su finalización. Y ahora le ha tocado sufrirlo al baipás de Almodóvar del Río, pensado para acortar los tiempos entre Málaga y Sevilla y, para variar, nuevamente se ha producido el desencuentro sobre el diseño entre la Junta de Andalucía y la Administración Central.

Si en el Metro de Málaga el Ayuntamiento ha apostado por su construcción subterránea, la Junta se negó y propuso convertirlo en un tranvía de superficie, porque era más barato. Si el Ministerio de Fomento propone una solución al baipás a corto plazo, con la posibilidad de ampliación futura que tendría menor coste, entonces la Junta propone un trazado con doble vía que encarece el proyecto. Si se plantea el corredor mediterráneo por todas las provincias costeras, sorprendentemente se saltan a Málaga a través de Granada y lo conectan con Sevilla, que debe tener un litoral hasta ahora desconocido. Y si se propone el tren a lo largo de toda la costa malagueña, se utiliza como ariete en cada periodo electoral, pero se deja dormir el sueño de los justos el tiempo restante. En conclusión, todos los proyectos ferroviarios que atañen a Málaga están siendo frenados sin compasión y esto empieza a exigir explicaciones.

Difícilmente el modelo de transporte de una zona estratégica, como es la Costa del Sol, puede sobrevivir con el enfrentamiento permanente de administraciones, pero a pesar de todo lo está haciendo. Cuesta pensar que el recuerdo que nos quede de algunos responsables políticos sea el de "Málaga se desarrolló a pesar de usted", pero a veces lo ponen muy fácil. Cuando cualquier autoridad visita reiteradamente una misma provincia, tratando de apagar los fuegos que ha creado, debe sospecharse que no todo el desatino es tan deliberado. Porque como estamos comprobando, cuatro proyectos trascendentales para nuestro territorio están siendo pospuestos mediante las excusas más variopintas e improcedentes pero, como decía Abraham Lincoln "Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo todo el tiempo".

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