Los cabreros no parecen dispuestos a tirar la toalla en su particular guerra contra la industria láctea, a la que acusan de pagarles precios "ridículos" por su leche. Y si nos atenemos a los pertrechos que han acopiado a las puertas de la planta de Forlactaria de Antequera, parecen dispuestos a quedarse todo el tiempo que sea necesario para conseguir sus objetivos "básicos", que han fijado en un compromiso de pago de 0,50 euros por litro de leche.

A pesar de su convencimiento, el frío y la lluvia provocan que estén pasado "malas noches", aunque han recurrido a tiendas de campaña, coches y hasta una hoguera en plena calle para tratar de mitigarlo. "Qué duro es dormir en un maletero", decía una de las mujeres concentradas. Lejos de los oídos de sus maridos, mientras preparaban el menú del día, se mostraban dispuestas a ayudarles todo lo posible, aunque reconocían que "están aburridos porque llevan mucho tiempo así". En el improvisado corrillo se insistía una y otra vez en la dramática situación que están viviendo los cabreros, que les ha llevado a levantarse contra la industria cuando en la mayoría de los casos son personas que únicamente han pensado siempre en su ganado y en cuidarlo lo mejor que saben. "Y eso que es muy duro y no existen ni festivos ni días de lluvia", comenta otra de las concentradas mientras recuerda cómo incluso en las bodas o celebraciones familiares tienen que irse pronto para al día siguiente ordeñar el rebaño. Entre cacerolas, chorizos y guiso de chivo también se escapa alguna que otra queja hacia los responsables de la industria. "Lo único que les deseo es que se tuviesen que cambiar un mes por nosotros y pasar lo que estamos pasando nosotros", comenta afligida Teresa Mena.

Mientras tanto, junto a la candela y cerca de una buena montaña de leña que garantiza su fuente de calor para días, los cabreros siguen rotundos. "Aquí no entra ni un camión", mientras comentan entre ellos todas las acciones que tienen preparadas. Lo primero será bloquear la fábrica que la empresa García Baquero tiene en Alcalá la Real (Jaén), mientras el siguiente paso será dejar a Forlactaria sin su segunda planta, que se encuentra situada en Ronda y adonde sospechan que están desviando buena parte de los camiones.