Más de 24 horas después, en las que calcinó unas 27 hectáreas de superficie y obligó a desalojar varias viviendas, el incendio forestal declarado en Casares se dio por controlado. La labor de los efectivos del Infoca desplegados por la zona conocida como la Sierra Crestellina durante toda la madrugada de ayer logró el objetivo a pesar de “las duras condiciones del terreno”, caracterizado por las pronunciadas pendientes. El contingente llegó a sumar más de 120 bomberos, acompañados de siete autobombas, entre otros medios.

El fuego, en la zona de La Arquita, se dio por estabilizado a primera hora de este miércoles, haciendo que la Junta de Andalucía desactivase el nivel 1 de emergencias. El mismo se aplica para aquellos incendios que pudiendo ser controlados con los medios de extinción previstos se prevé que por su posible evolución se tengan que adoptar medidas para la protección de personas y de los bienes.

La cercanía de las llamas a puntos en los que había viviendas obligó a tomar decisiones de este tipo. Al respecto, el delegado territorial de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta, Fernando Fernández, recordaba que en un primer momento “se tuvieron que desalojar tres viviendas, una de ellas afectada por el fuego, aunque no ha habido que lamentar daños personales”.

“Conforme avanzaba el incendio, con un viento muy fuerte, de unos 25 kilómetros por hora, la actuación de los bomberos se hacía más dificultosa, el incendio afectó a este diseminado y se declaró el nivel 1 de emergencia”, expuso el delegado.

En este escenario, se desplegaron unos 130 efectivos del Plan de Infoca, “entre bomberos forestales, técnicos de operaciones y agentes de medio ambiente y se ha trabajado durante toda la noche en la zona”, apuntó Fernández, quien subrayó que “los medios aéreos no pudieron actuar durante mucho tiempo porque en seguida cayó la noche”.

La incidencia del fuego fue tal que se hizo necesario el corte de la carretera MA-8300 en ambos sentidos a la altura del kilómetro 6. Alrededor de las 21:00 del martes, desde el servicio de emergencias 112 se informó del desalojo de viviendas en la zona de Celima, en su mayoría segundas residencias, por lo que estaban vacías. Las mismas se sumaron a otras cuatro también desocupadas en la zona de Arroyo Hondo. Para poder acoger a los vecinos afectados, fue habilitada la Casa de la Juventud a modo de albergue.