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Un hombre denuncia una supuesta agresión de seis policías locales de Benalmádena

Lesiones en la cara, producidas supuestamente por la agresión de los policías.

Lesiones en la cara, producidas supuestamente por la agresión de los policías. / M. H.

Un hombre ha sacado a la luz una supuesta agresión por parte de seis agentes de la Policía Local de Benalmádena que, según afirma, sufrieron tanto él como su acompañante después de que una patrulla les parase para hacerle una prueba de alcoholemia. "Fuimos esposados y golpeados salvajemente y estrellados contra el coche... seis agentes en un total de tres coches vinieron para una simple prueba de alcoholemia a la que no se opuso resistencia", critica. Fuentes municipales afirman, en cambio, que se negó a someterse a esa prueba y también a identificarse de forma debida, por lo que acabó detenido por los delitos de desobediencia y resistencia.

Este lunes 17 de octubre está previsto que se celebre un juicio rápido, según precisan dichas fuentes, "por la desobediencia grave al negarse a someter a las pruebas de alcohol cuando presentaba síntomas evidentes de presunta ingesta".

En ningún momento, insiste el hombre, se opuso a hacerse la prueba de alcoholemia, aunque reconoce que "hubo tensión", según su relato, "porque la prepotencia y chulería de los agentes no estaba justificada". "De la tensión yo dije una palabra malsonante y ya les daba igual que hiciera la prueba de alcohol, sin más me retiraron de la mano los plásticos para soplar y nos golpearon salvajemente a mí y mi compañero", explica. "Me esposaron y me empotraron contra el coche y ahí comenzaron a golpearnos", asegura.

Durante la actuación, según defiende, hubo "abuso policial, tortura, agresión y brutalidad" y muestra dos partes de lesiones distintos -a los que ha tenido acceso este periódico-, uno del Hospital Chare de Benalmádena y otro del Vithas Xanit Internacional, en los que se recoge que presentaba "erosiones en la cara, una herida superficial en la parte posterior del cuello e hiperemia conjuntival en el ojo derecho", así como "erosiones en las muñecas por los grilletes" y en un tobillo. Además, añade, acabó con un diente partido.

Además, afirma que ya antes fueron "acosados" por parte de una pareja de policías locales cuando estaban en un bar ubicado en la Avenida Arroyo Hondo celebrando el 12 de octubre. Sobre las 00:30 horas los agentes le llamaron la atención porque su coche, un Audi R8, estaba aparcado ocupando parte de una plaza de minusválidos, algo que justificó a los agentes diciendo que "siempre lo dejaba algo separado de la línea por el perfil bajo para no dar en la llanta". Además, afirma, "estaba todo vacío y estábamos delante del coche en la terraza".

Ante la insistencia de los agentes cuenta que "se ofreció" a mover el coche "unos metros" pero que los policías no lo dejaron diciéndole que "no estaba para conducir". En cambio, afirma, pretendían "cosas tan absurdas como que le diera mi R8 a un desconocido del bar para que lo echara hacia atrás". "Solo bebí unas cervezas y les dije que yo podía conducir, que era solo ir hacia atrás dos o tres metros, y se negaban". Al final, lo denunciaron y se marcharon.

Fue una media hora más tarde cuando dice que decidió irse a su casa que, precisa, está "a menos de un kilómetro en línea recta". "Llegando a casa se ponen detrás dos coches, confirmando que nos estaban esperando", apostilla. Después de que pusieran las sirenas, estacionó en la entrada de la urbanización SenSara de Benalmádena y ahí tuvo lugar la presunta agresión.

Según han explicado fuentes municipales a este periódico, una patrulla de la Policía Local dio el alto al vehículo que conducía el hombre quien, según dicen, presentaba "claros síntomas de ir bajo los efectos de bebidas alcohólicas". En ese momento, se le requirió para hacerse una prueba de alcoholemia, a lo que, según esta versión, "se negó". También se negó a identificarse ante los policías, han precisado.

En ese momento, los dos policías procedieron a su detención y fue entonces cuando, según señalan las citadas fuentes, tanto el hombre como su acompañante empezaron "con una actitud broncosa y chulesca, y cada vez se fueron alterando más, hasta el punto que los agentes tuvieron que pedir el apoyo de más policías". Fue entonces cuando, a los dos iniciales se sumaron otros cuatro.

Finalmente los seis policías los detienen por los delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad. Fue una "intervención complicada", señalan, por la "resistencia" que según la Policía opusieron las dos personas a ser detenidas. "Se enfrentaron con ellos [a los policías] hasta que tuvieron que reducirlos", aseguran, defendiendo que "en ningún momento" se sobrepasaron ni se salieron de lo que es "una actuación normal cuando una persona muestra resistencia al arresto".

Según han informado las fuentes consultadas, la Policía Local no tiene ninguna confirmación oficial de que el hombre les haya denunciado por supuesta agresión o abuso de poder. Este lunes 17 de octubre está previsto que se celebre un juicio rápido, según precisan dichas fuentes, "por la desobediencia grave al negarse a someter a las pruebas de alcohol cuando presentaba síntomas evidentes de presunta ingesta".

El hombre afirma que su abogado pedirá las imágenes de las cámaras de la zona para que se pueda ver que "no hay ningún tipo de oposición a que se me haga la prueba de alcoholemia, y que mi acompañante no hace nada, ni abre la boca para que a él le pongan las esposas y le dieran una paliza entre tres como lo hicieron conmigo".

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