Opinión

Volver

  • Bien podríamos describir estos días previos a la magna con esa palabra

Nuestra Señora de los Dolores

Nuestra Señora de los Dolores / El Itinerario

La RAE define expectación como “ansiedad, inquietud u otra emoción intensa que produce la espera de una cosa de interés o curiosidad, en especial cuando son muchos los que la esperan”. Bien podríamos describir estos días previos a la magna con esa palabra. Todos los cofrades, en mayor o menor medida, vivimos unos días de cosquilleo que ya teníamos olvidado. Año y medio que nos ha parecido una eternidad.

Vuelta a la rutina cofrade. A esa rutina que jamás pensábamos que pararía. Volver a sentir ese cosquilleo. Ese fluir de horarios y de itinerarios. Los problemas de siempre con los mensajes apocalípticos de los mismos. Volver a ver en la calle las mismas caras, los mismos gestos. El aquí para allá incesante por el mismo punto setenta veces. A recordar los atajos. Al “no me puedo parar a saludar a todo el mundo que no llego”.

Vuelta a lo que somos. Vuelta a tomar las calles que la hostelería se empeña en robarnos en convivencia con el poder. Reconquistar nuestra ciudad. Gritar que Málaga es nuestra durante unas horas. Que todo lo invada el incienso, los globos infantiles, los puestos de chucherías, hasta las latas apiladas en cualquier papelera.

Volver a la vida. Volver a latir y a rugir en un OLÉ sin fisuras. En una curva eterna. En un solo bien afinado. Volver a la parada técnica en el bar de siempre. Planificarlo todo para posteriormente improvisarlo. Sentirte que estás en prácticas después de tanto tiempo.

Volver a la túnica y el varal. A la cera y su líquido/némesis en el suelo resbaladizo. Volver al “yo llevo esperando a La Legión tres horas y no me voy a mover” y al “NO PASES ENTRE LA BANDA”. Regresar donde lo dejamos. Como si no hubiera pasado nada. Como si todo hubiera o hubiese sido una mala pesadilla de la que afortunadamente toca despertar.

Volver “con la frente marchita” a las tantas de la mañana. Al “hoy no me puedo levantar” del día siguiente. Empezar con la búsqueda de la retransmisión en diferido. En bucle. Una y otra vez. A la tertulia vía WhatsApp. A las valoraciones en frío. A la crítica. A la felicitación. A nuestros quehaceres cofrades usuales.

Regresar como acto de fe. Regresar como obligación a nuestra idiosincrasia. Volver a la vida. A nuestra vida.

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