Málaga: moratoria global
Con la obra pública en el centro de la corrupción, resulta que la vivienda sigue siendo un privilegio cada vez más exclusivo y, al mismo tiempo, un negocio con el que demasiada gente se enriquece de manera ilícita
Con la obra pública en el centro de la corrupción, resulta que la vivienda sigue siendo un privilegio cada vez más exclusivo y, al mismo tiempo, un negocio con el que demasiada gente se enriquece de manera ilícita
Ante situaciones como la de la Vega de Mestanza, la función de una sociedad civil capaz de decir “no” vuelve a ser crucial, pero eso atañe también a la responsabilidad de una ciudadanía consciente
Frente a los discursos que alimentan el desánimo, no tenemos más remedio que depositar toda la confianza en el talento que nos sucederá, lo que implicará la cesión de nuestros puestos cuando nos los reclamen
Resulta cuanto menos curioso que, en la Málaga que sigue presumiendo de su particular nomenclatura para los cafés, la cafetería, entendida como tal, represente ya una especie en extinción
Ahí están, como si nada fuese con ellas, sin más intención que devolver los colores a la estación correspondiente, sin posibilidad de cambiar ni de adaptarse a nuestro criterio y por ello, precisamente, necesarias
No hay nada descabellado en la afirmación de que De la Torre inventó nuestra ciudad tal y como la conocemos, una identificación personal digna de estudio en sus méritos y riesgos
Es lícito encontrar en la Semana Santa una conexión con cierta autenticidad cada vez más denostada, pero la resistencia a la uniformidad urbana debería ser más incluyente y constructiva
Tuvo su gracia que Málaga se mostrara pionera en la persecución de comportamientos incívicos e inapropiados en el espacio público, lo que no la tiene tanto es que todo fuese al final una broma
La exigencia del derecho a la vivienda es transversal, procede de una mayoría social cada vez más amplia que se sabe vulnerable ante la evidencia de que el problema adquiere rasgos de estafa
Era relativamente fácil darse cuenta de que el modelo inmobiliario de expulsión social es voraz e infatigable, pero lo más difícil es ponerse en el lugar del otro y clamar al cielo cuando todavía no nos afecta
Si al final todo depende del cristal con que se mire, ¿por qué no aprovechar el desarrollo tecnológico y permitir a cada uno disponer de la ciudad que quiera en la esfera virtual?
Que el comercio continúe su lenta y progresiva extinción, ya casi culminada en el centro, tiene toda la razón de ser cuando es la propia ciudad la que insiste en portarse como un enorme bazar
Los pactos de mínimos son indispensables para acordar de qué estamos hablando, aunque la definición del territorio como realidad urbana exige cada vez más dosis de generosidad e imaginación
No se sabe muy bien qué quedó de la marca, pero sí está claro que, a la hora de establecer cualquier estrategia, la entrega a las políticas extractivas ha favorecido el dictamen único del relumbrón y sus trampas
Todo apuntaba a una ciudad, al fin, más civilizada, o al menos con una capacidad de reacción más ágil contra la barbarie, pero esta desidia nos resulta ya tristemente familiar
En pocos lugares cristaliza la historia reciente de la ciudad con semejante pedagogía, con especial atención a sus maneras de menospreciarse, de considerar que tampoco vale tanto la pena
¿Por qué no la muestran? ¿Por qué contratan a un arquitecto con la categoría de estrella internacional para que, a la hora de presentar el proyecto al público, nadie pueda ver nada? ¿Qué están ocultando exactamente?
Lo más interesante de todo esto es saber en qué consistirán esas rutas con las que el Ayuntamiento pretende sacar turistas del centro para llevarlos a otros barrios de la ciudad
Es de recibo que la pugna por el escaparate permita validar determinados discursos, pero es inevitable la impresión de que el sector se guía por criterios cada vez más especulativos
Hay algo extraño en esta etapa inclinada al recogimiento, al abrigo, a quedarse en casa y relacionarse de otra manera con los espacios abiertos, pero, sea como sea, sabemos que durará poco