Unicaja

De competir a ganar

  • La primera fotografía competitiva del Unicaja demuestra progresos respecto al final de la temporada pasada, pero el test canario recuerda que aún hay mucho trabajo

  • 80% en libres, 59% en tiros de dos y 44% en triples, excelentes porcentajes de arranque

Jaime Fernández y Katsikaris se lamentan tras caer ante el Herbalife.

Jaime Fernández y Katsikaris se lamentan tras caer ante el Herbalife. / Javier Albiñana

El doble test canario en 48 horas ha costado dos derrotas y ha hecho una primera fotografía fija del Unicaja después de tres partidos oficiales en una semana. El equipo de Fotis Katsikaris ha mejorado la imagen y las cifras del tramo final de la temporada pasada, pero han caído dos derrotas que dejan al equipo en balance negativo. Son los primeros compases y no hay hueco para emitir juicios sumarios. Se ha mejorado en competitividad, el equipo no le pierde la cara a los partidos aunque no sea fluído, supera mejor los malos momentos. Se destila una mejor mentalidad y actitud, algo más de fe y dureza. Pero aún no lo bastante. Si Kramer no mete ese canastón final, el resultado sería distinto y el balance positivo.

El Unicaja está ejecutando mejor que atacando. Promedia en el arranque 80% en tiros libres, 59% en tiros de dos y 44% en triples. Porcentajes que, si se mantuvieran, garantizarían una temporada exitosa con alta probabilidad. Se pierden más balones (14.3) de los que se deberían. Hay momentos de colapso ofensivo, sobre todo cuando no está Jaime Fernández (+35 acumulado con él en pista en estos tres partidos, -14 con Cole). Es una tendencia consolidada en el baloncesto moderno que se depende de la creación de los exteriores. Cuando se consigue encontrar a Eric en buenas condiciones suele producir. Es cuestión de encontrar más mecanismos para alimentarlo.

Defensivamente, sin llegar aún a nivel notable, se ven ciertos progresos. Hay momentos de buenos ejercicios colectivos, no es tan letal el pick and roll rival aunque Fitipaldo fustigara a Norris Cole en Tenerife continuamente, pero hay más redes para frenar a los rivales. Contra el Obradoiro se controló bastante bien ese lance del juego. Contra los canarios, ante rivales de un escalón superior, costó más.

Lo cierto es que hay un núcleo importante de jugadores de la temporada pasada y eso se debe notar para construir, aunque los tres fichajes son jugadores importantes, los tres con rango de titulares en estos primeros pasos. Ofrecen más consistencia en general, ayudan a cohesionar, aunque Norris Cole es un espíritu libre que igual que decidió jugársela y no entró el balón que podía ser definitivo ante el Gran Canaria, decidirá seguro algún partido a favor. El asunto es conseguir que no sea nocivo cuando no esté acertado.

Viene ahora un tramo de calendario en el que los dos partidos semanales serán cada 15 días. Hay una semana para seguir construyendo antes de otro partido importante, como lo serán todos cuando el objetivo es afinar el disparo en la ACB. En Murcia tocará sufrir. Reacomodar roles con los regresos de Darío Brizuela, un hombre con muchísimo peso en el ataque, y Carlos Suárez es otros de los retos que tiene por delante Katsikaris en el proceso que va de competir hasta ganar partidos.

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