Resultado y crónica del UCAM Murcia-Unicaja

Luces oportunas (79-84)

  • El Unicaja, tras 33 minutos por detrás en el marcador, juega mejor los instantes decisivos para sacar una victoria muy importante en Murcia

  • Triple decisivo de Bouteille (21 puntos)

Alberto Díaz y Darío Brizuela celebran.

Alberto Díaz y Darío Brizuela celebran. / ACB Photo

Una victoria de muchos quilates para el Unicaja en Murcia, de importancia capital para ir dando solidez al proyecto (79-84). Después de ir 33 minutos abajo en el marcador, supo jugar mejor los últimos minutos del partido. Comprendió lo que había que hacer para que el UCAM Murcia, equipo combativo que con frecuencia pasa a ser pendenciero, hincara la rodilla. Mejoró una defensa muy pobre en la primera mitad, se sobrepuso a la expulsión de Norris Cole por seguirle el juego a Sadiel Rojas al comienzo de la segunda mitad y leyó mejor un final apretado, en el que desde la línea de personal y con un monumental triple de Axel Bouteille a falta de 24 segundos, sacó un triunfo potente en una cancha desagradable y contra un rival competitivo que apunta a ser directo.

Tres técnicas por pegarse y una antideportiva del Unicaja por dos técnicas y una antideportiva para el UCAM Murcia. Hubo palos y salió perdiendo el Unicaja a ojos de los colegiados. Cole no fue inteligente, pero en cierta forma se puede ver como algo positivo que el equipo no se achante y también pegue, aunque sea a destiempo, en lugares inhóspitos y ante rivales que saben emplear ese juego mucho mejor. En el baloncesto que gusta, pero no siempre es el más útil, el Unicaja tiene que mejorar mucho, no obstante, pese a la victoria. Durante muchos minutos el ataque fue tácticamente muy limitado. No circula el balón, no se generan situaciones sencillas. Que con 84 puntos se repartan sólo ocho asistencias denota que el balón se compartió poco. Y se gana porque hay mucho talento para meter. Y porque en la primera mitad se recibieron 46 puntos y 33 en la segunda. El horripilante partido de Micheal Eric, que parecía estar en otro lugar y no en la pista, permitió que Yannick Nzosa tuviera más protagonismo. Y el congoleño sujetó defensivamente los desequilibrios, ayudó a hacer más sólido el aro propio. Se perdió holgadamente la batalla del rebote, pero el joven africano recordó al de su impactante inicio. Mucha presencia, intimidación para taponar y cambiar tiros y enorme actividad.

La reaparición de Brizuela dio otro foco anotador (Francis Alonso fue el descarte) al equipo, pero el comienzo volvió a ser flojo (9-4). El mayor progreso del Unicaja respecto a la temporada pasada es más mental que puramente baloncestístico, por más que no se puedan disociar ambos conceptos. Pero el equipo de Katsikaris se agarra más fuerte a los partidos, aunque el rival juegue mejor. No es poca cosa ese avance, por más que queden dudas en otros aspectos.

Poco a poco, el Unicaja fue entrando en el partido. El rival mantiene el nivel físico con la profundidad que tiene. Y jugadores como Taylor o Davis son bastante interesantes. Los problemas de los defensores de perímetros estaban ahí. Se defendieron mejor en la segunda parte estas situaciones, pero es algo a corregir el daño que hacen los pequeños rivales. Al descanso, se seguía en la pelea tras pasar momentos complicados (46-42).

Tras la expulsión de Cole por atizarle a Rojas, el Unicaja se quedó con una rotación de tres jugadores para dos puestos, pero no lo notó pese a los esfuerzos que pide el rival. Jaime Fernández asumió los galones del partido. Sin el nivel de acierto de los partidos anteriores, el madrileño fue quien más opciones ofreció a sus compañeros, además de mejorar personalmente. El UCAM llegó a estirar por ocho puntos (57-49) y, ya en el cuarto final, dominaba por cinco a falta de tres minutos para el final (78-73). El Unicaja encadenó seis tiros libres (lanzó ocho) consecutivos para endosar un parcial que le dio el liderazgo (78-79). Alberto Díaz había metido un triple muy importante antes desde la esquina. Él y Jaime estiraron desde la personal. Y con 79-79, a 40 segundos le quedó la bola al Unicaja. Y Bouteille se levantó con un tiro de ejecución complicada que a él no parecen costarle nada. Y decantó el partido. El Unicaja no recurrió a la falta y eligió defender. Taylor falló y el balón dividido quedó de su lado. Alberto no perdonó desde la personal y la victoria se vino para Málaga. Es pronto, pero era muy importante. Ahora, tiempo de experimentar en la BCL.

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