Unicaja Baloncesto

Explicaciones a un cambio de rostro

  • En tres partidos consecutivos el Unicaja ha mostrado una línea más alta de rendimiento

  • Con Alberto Díaz de faro y Brizuela de lugarteniente, se añaden más jugadores a la causa

Francis Alonso, Alberto Díaz, Darío Brizuela y Waczynski, ante el Buducnost.

Francis Alonso, Alberto Díaz, Darío Brizuela y Waczynski, ante el Buducnost. / Marilú Báez

En una semana, el Unicaja ha mutado su rostro. La victoria de Valencia ha supuesto un punto de inflexión, van creciendo los minutos consistentes del equipo, se van sumando jugadores con mejores prestaciones. La desconexión que parecía haber en los horribles partidos ante Manresa y Mornar Bar se ha reestablecido y el panorama pinta distinto. No hay que lanzar las campanas al vuelo, hay desequilibrios en la plantilla que difícilmente se solventarán sin salir al mercado y que posiblemente vuelvan a ser evidentes en contextos de más exigencia en instantes decisivos de la temporada. Pero, de momento, el equipo ha subido varios niveles en su escala de competitividad. Firmar un pleno en Valencia y Gran Canaria, pistas de alta exigencia aunque no haya factor público y los canarios estén en mala racha, y la manera en que se ganó al Buducnost, tras ser bañado en la primera mitad y reaccionar, dan crédito a Casimiro y a los jugadores. Quedan, no obstante, campos de mejora evidente, sobre todo en defensa. La competición demostrará si son resolubles. 

La filosofía de Casimiro pasa por dar protagonismo a los 12 jugadores, que todos tengan su hueco y su rol. En este comienzo de temporada parecía difícil enganchar a algunos de ellos (Thompson, Guerrero, ahora Gerun parece el más descolgado) y se le criticaba que no comprimiera la rotación. Pero el técnico manchego no ha variado su hoja de rota y ha confiado en ellos. De puertas para fuera no hubo ningún reproche público, aunque sí los ha habido, y serios, internamente. Pero en la cancha se han podido seguir expresando. Los dos últimos partidos de Deon Thompson (+23 con él en pista ante el Buducnost) no han mejorado sensiblemente sus números, pero sí su impacto en el equipo. Dio anotación en el poste bajo ante los montenegrinos y estuvo más activo también en Gran Canaria. Igual con Rubén Guerrero en Gran Canaria, su mejor partido numérico de verde tras dar algunos síntomas de mejoría previamente después de estar en un momento muy bajo. Produjo cerca del aro, estuvo muy presente en el rebote y defensivamente fue más contundente e intimidó. Esto se mide a largo impacto, obviamente, y es necesario que se mantenga en el tiempo. Pero Casimiro ya verbalizó antes de ir a Valencia su confianza en el denostado juego interior. "Con estos jugadores jugamos la final de Copa y casi la semifinal de ACB", señaló en un momento crítico. Han respondido a ese guante.

En este tramo de tres partidos ha habido varios asideros. El principal, Alberto Díaz. Enorme paso adelante del canterano cuando más falta hacía, con la lesión de Mekel y aún sin la recuperación de Jaime Fernández. En términos de liderazgo, esfuerzo y capacidad defensiva y también repartiendo juego (8.6 asistencias por partido). Le ha ayudado en el perímetro Darío Brizuela, que ha promediado en estos tres partidos 17 puntos, tirando por encima del 50% tanto en tiros de dos como de tres. Y ofreciendo también un registro interesante cuando le ha tocado darle (poco) receso a Alberto Díaz en la dirección. Alberto ha estado jugando casi 35 minutos de media en estos partidos. El papel del jugador nacional, ver a tres malagueños de manera habitual juntos en pista, más la aportación de Nzosa o, antes, algunos minutos de Pablo Sánchez dan también el necesario respaldo a la idea del club de apostar por el producto nacional, con preferencia a Los Guindos.

A partir de ahí, más piezas. Carlos Suárez ha jugado poco, una rotación de 5-6 minutos por partido. Pero siempre ha acabado con impacto positivo (+4 en Valencia, +4 ante el Buducnost y +11 ante el Gran Canaria). Da consistencia defensiva al equipo, inteligencia y presencia y en el rebote. El crecimiento de minutos de Suárez implicará seguramente el del equipo. Qué decir de Yannick Nzosa, siempre en números de impacto positivo para el equipo. Su presencia en cancha cambia los ataques de los rivales, por buenos y duros que sean. Y decir eso de un chaval de 16 años es increíble. Su efecto intimidatorio se hace patente. La realidad, ahora mismo está bastante por delante de Gerun en la rotación. En este tramo ha habido protagonismo para un gran Abromaitis en Valencia, después menos brillante. Para un gran último cuarto de Waczynski ante el Buducnost, cuando Francis Alonso tuvo un papel primordial para poder competir el partido. Bouteille, en plan hormiga, suma puntos siempre. Con una mejor versión de cada jugador, el equipo es más.

Se contaba con que el alto conocimiento mutuo de los jugadores y el técnico por la continuidad del bloque permitiera competir desde el inicio a un nivel alto. Ha tardado casi un mes, pero el Unicaja ya exhibe un nivel más alto de conocimiento. En una semana con dos partidos en casa, ante el Germani Brescia en la Eurocup y con el líder de la ACB, el Iberostar Tenerife, en la ACB hay una buena coyuntura para seguir creciendo y subiendo puestos en las clasificaciones.

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