El delegado del Gobierno andaluz, José Luis Ruiz Espejo, participó ayer en la salida de la II Marcha Senderista que rinde homenaje a las víctimas del genocidio de la carretera Málaga-Almería ocurrido en 1937, con un recorrido de 11 etapas en 11 días por la senda que siguieron los miles de personas que padecieron aquel el cruento éxodo. La Marcha, que partió a las 12:00 de la calle Molina Lario en la capital, prevé recorrer un sendero de 250 kilómetros andando desde Málaga, donde cubre cuatro etapas, y pasará por la costa de Granada y Almería para concluir el día 17 en Almería, con unos 400 participantes inscritos.

Ruiz Espejo expresó el apoyo de la Junta a esta iniciativa destacando el respaldo del Gobierno andaluz a todas aquellas actividades que supongan un reconocimiento a las víctimas de la que fue la mayor masacre de la guerra contra la población civil, y respaldo a los familiares y a las asociaciones memorialistas que mantuvieron vivo el recuerdo de aquella masacre. "Sacar del olvido y del silencio los hechos y avanzar en los principios de recuperación, verdad y reconocimiento y en el homenaje es un deber moral e histórico que tenemos como gobierno y como sociedad civil y democrática con las víctimas y los familiares", dijo. Respaldó los ideales de los protagonistas de aquel éxodo: la libertad, la democracia y la justicia. En el acto de inicio de La Marcha, organizada por el Club Senderista La Desbandá, con la colaboración de diversas asociaciones, instituciones y entidades memorialistas, deportivas, y sociales, se entregó al delegado una placa de agradecimiento por la colaboración de la Junta en esta iniciativa.