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Comienza la Feria de Ronda

  • La cabalgata y la sesión de fuegos artificiales marcaron el inicio de la semana de festejos

Uno de los elementos futuristas que destacaron en la cabalgata de apertura.

Uno de los elementos futuristas que destacaron en la cabalgata de apertura. / REPORTAJE GRÁFICO: JAVIER FLORES

La Feria de Pedro Romero de Ronda, tras un mes de agosto marcado por diferentes actos previos, como el pregón oficial o el nombramiento de las damas goyescas, arrancó ayer de forma oficial con la cabalgata que discurrió desde el centro de la ciudad hasta el recinto ferial, en el que se procedió a lanzar la ya habitual sesión de fuegos artificiales y al encendido del alumbrado.

La cabalgata, como ocurre cada año, es el primer momento de la Feria en el que las damas goyescas y su presidenta lucen los trajes tradicionales sin que se trate de un acto con limitaciones de aforo. En esta ocasión, tampoco fue diferente y buena parte de las miradas de las miles de personas que se acercaron a presenciar el desfile tenían la vista en la carroza que transportó a las goyescas a lo largo del recorrido.

De este modo se inicia una semana de festejos en la que hoy también está previsto que se proceda a la inauguración de la portada de la Feria del Centro que representa un gran algodón de azúcar cruzado por los pájaros que suelen verse volando por el Tajo de Ronda.

Además, también se iniciará la actividad de las diferentes barras situadas en la calle y el hilo musical que será el encargado de dar ambiente. Mientras tanto, en el recinto ferial la jornada de mañana tendrá a los caballistas como protagonistas, ya que durante el día se produce una concentración de aficionados a los equinos en el recinto ferial y el ambiente se divide entre centro y Real.

Todo ello como días previos a la llegada del sábado de Goyesca, en el que la ciudad recibirá a miles de personas atraídas por este evento taurino que se engrandece por todo lo que conlleva, con la presencia de numerosas caras conocidas y la forma especial de entrar los toreros con sus trajes goyescos en carruajes tirados por caballos y precedidos de las damas goyescas, que también entran del mismo modo en el coso rondeño cuyos exteriores son tomados por la multitud que espera ver su paso.

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