Balonmano l Liga Asobal

El Antequera empata en el último segundo

  • Rafa Baena, con un gol de penalti, evita la derrota ante el Arrate en un gran encuentro de ambos equipos

Sobre la bocina. Así llegó el empate del Balonmano Antequera ante el Arrate merced a un gol de penalti de Rafa Baena ya con el tiempo al límite. Pese a no dar continuidad a la senda de victorias, el público despidió a los suyos y al conjunto rival entre aplausos por el espectáculo servido, ya que fue un partido de los que hacen afición y con emoción hasta el final. Tanto el Antequera como el Arrate demostraron disponer de potencial para estar mejor colocados en la tabla de la Liga Asobal.

Fue una contienda de poder a poder, entre dos de las defensas más sólidas del campeonato. Esto propició la igualdad inicial, sin que nadie se despegara en el marcador debido al buen hacer del 6-0 de ambos conjuntos. Tal era el trabajo en la zaga, que el electrónico se quedó congelado 3-2 en el minuto cuatro y no se movió hasta diez minutos después, cuando Jurkiewicz logró el empate a tres.

El Antequera intentó mostrarse más incisivo, pero las oportunidades de sus lanzadores acababan abortadas por Vucinic, por momentos glorioso. El muro del Arrate, formado por los infranqueables Ivo Díaz, Vargas y Kobin, permitieron a los de Julián Ruiz irse al descanso con tres goles de ventaja (8-11).

Tras la reanudación, Ortega dio salida a jugadores que aún no habían saltado a la cancha para sorprender a la defensa vasca. Tampoco funcionó, ya que los malagueños no se atrevían desde los nueve metros y era prácticamente imposible acercarse a los seis.

Por contra, la renta del Arrate se disparó hasta los cinco goles (13-18). El técnico antequerano se vio obligado a solicitar tiempo muerto y efectuar reajustes en el equipo para detener la sangría. La reacción llegó, ya que el Antequera se situó con dos abajo (19- 21) con ocho minutos por delante.

El dos contra dos de Pérez-Canca con Baena oxigenó aún más el juego ofensivo de la escuadra malacitana, totalmente volcada en busca del empate, mientras el Arrate devolvía los golpes sin éxito. Así, Ortega introdujo a Obradovic como séptimo jugador de ataque cuando restaban quince segundos. A tres para la conclusión llegó el ansiado premio de las tablas: Kogovsek, desde el extremo, recibió el golpe señalado por los árbitros como siete metros, transformado eficazmente por Rafa Baena.

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