Adif, el penúltimo tren

El Balonmano Antequera sigue ofreciendo lecciones de profesionalidad. Su cuerpo técnico y sus jugadores llevan tiempo sin percibir una mensualidad completa. Hay jugadores que no ven un euro desde que a principios de diciembre se les abonaran 500. Casi tres meses después, el panorama sigue igual de sombrío fuera de la cancha. No así dentro de ella, donde Antonio Carlos Ortega y sus pupilos marchan en la zona templada de la tabla después de derrotar al Naturhouse La Rioja, dos semanas después de bordear una proeza histórica ante el Ciudad Real. La permanencia en la Asobal está garantizada, se está más cerca de Europa que del descenso. Pero en el partido de verdad no hay balones, áreas ni porterías. Ni dura 60 minutos. Se juega en los despachos y ahí está complicado el asunto. La desaparición es un peligro real.

El fracaso en el patrocinio de e-gym, que acabó de mala manera y con sólo malas noticias. La parálisis en las conversaciones con Abdullah Al-Thani, el jeque propietario del Málaga, hicieron mucho daño porque se obturaron otras vías abiertas para que se ingresara con otros anunciantes. Había un compromiso de parte del jeque, apretón de manos incluido, que no se ha materializado. El Ayuntamiento ya ha llegado a su tope de aportación. ¿Qué queda?

Por Antequera pasa un penúltimo tren. Hay conversaciones abiertas con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), empresa dependiente del Ministerio de Fomento que será la encargada de construir el gran anillo ferroviario en torno a Antequera para el ensayo de nuevas tecnologías en este sector. Hoy precisamente estarán en Antequera el ministro de Fomento, José Blanco, y la ministra de Ciencia e Innovación, Cristina Garmendia, para presentar el proyecto. Y hay una cita pendiente de los responsables del Balonmano Antequera con miembros de Adif. Puede que el balonmano antequerano coja el último tren.