Hansel y Gretel: cazadores de brujas. Acción/fantástico, EEUU-Alemania, 2013, 88 min. Dirección: Tommy Wirkola. Guión: D. W. Harper, T. Wirkola. Fotografía: Michael Bonvillain. Intépretes: Jeremy Renner, Gemma Arterton, Famke Janssen, Pihla Viitala.

No tengo ni idea de a qué imbécil se le ocurrió hacer una versión adulta -más bien adolescente memo- y violenta de un cuento infantil, mezclando lo peorcito del cine comercial actual; sobre todo efectos, diseño, violencia y grosería. Hemos padecido las Caperucita de Hardwicke, Blancanieves y la leyenda del cazador de Sanders o Blancanieves de Singh (nada que ver con la estupenda de Berger) y ahora nos llega esta versión -se me ocurren otras muchas formas de llamarlo- del cuento de Grimm Hansel y Gretel. De vivir el autor habría juicio, seguro. Está dirigida por un noruego que podría ser de Torrelodones, de Hong Kong o de Alabama -la estupidez sin fronteras, la papilla global- que ya nos obsequió con Zombis nazis.

Estética siniestra, colores sombríos, saltos y ralentizaciones matrixianas, cabezas y cuerpos espachurraos con gran efusión de sangre que a veces espurrea a la gente, Hansel y Gretel embutidos en prietos trajes de cuero y convertidos en cazadores de brujas con aire como de entre guerrilleros narcos y caza vampiros galácticos... A qué seguir. Decir que el argumento es puerilmente disparatado, que los diálogos casi no existen y que sorprende que los actores no se rían resulta obvio. Ver en la cabecera de esta cosa a la MTV es lógico. Pero ver también a Paramount y a MGM da melancolía.