"Hoy sólo toca hablar del Planeta". Tajante pero también sonriente, el presidente catalán, Artur Mas, despachó con sólo seis palabras a los medios antes de tomar asiento en la tribuna de autoridades del premio Planeta. En la mesa presidencial encabezada por el presidente del grupo editorial, José Manuel Lara Bosch, se encontraban con una conversación distendida la presidenta del Parlamento de Cataluña, Nuria de Gispert, y también el ministro de Cultura, José Ignacio Wert, que al igual que Mas sólo quiso extenderse en sus declaraciones a la prensa sobre la importancia del Planeta en la cultura española. Fuentes del Ministerio insistían en que el saludo entre ambos había sido cordial. Más comunicativos se mostraron entre sí el secretario de Estado para la Cultura, José María Lasalle, y el alcalde de Barcelona, Xavier Trías.

Con todo, la clase política formaba una minúscula isla en el archipiélago de caras famosas del Palacio de Congresos. Muchos escritores, entre ellos Vázquez Figueroa, Eduardo Mendoza y Espido Freire, empresarios, periodistas de toda España y rostros mediáticos como Risto Mejide. Todas las sensibilidades tienen cabida en la gala del Planeta que, un año más, confirmó la fortaleza de la literatura española.