Fútbol Sala

BeSoccer UMA Antequera, el éxito de una filosofía

  • El BeSoccer UMA Antequera es un club creado en los 90 que ha alcanzado su cénit con el título de Copa del Rey

  • Moli, pionero del fútbol sala en Málaga, rememora el camino

Los jugadores celebran el título.

Los jugadores celebran el título. / Efe

Mientras Miguel Conde levantaba al cielo del Olivo Arena el trofeo de campeón de Copa ganado de manera espectacular e inesperada por el BeSoccer UMA Antequera era inevitable acordarse de la figura de Manuel Luggi Moli, el padre del fútbol sala malagueño. La sección de fútbol sala ya estaba en marcha, hace 29 años llegó Moli y un ascenso a División de Honor Plata. El técnico que ha liderado la proeza es su delfín, Tete, al que entrenaba a principios de los 90 en el Suministros Muñoz, de donde se nutrió parte de la base del UMA Antequera que en esa década empezaría el despegue. Después haría una carrera tremenda como jugador que acabó justamente en Málaga, antes de enrolarse en el cuerpo técnico unos años y esta temporada ser ya el primer entrenador.

La empresa tecnológica malagueña BeSoccer ha dado respaldo financiero y logístico en las últimas temporadas al equipo. Ya apoyaba Antequera, que es la sede donde juega el equipo sus partidos, aunque es en el pabellón de la UMA en Teatinos donde se trabaja normalmente. La razón es sencilla, allí estudian o trabajan el grueso de los jugadores y técnicos. Es una filosofía quizá poco compatible con la élite en el deporte profesional. No llega a ser la NCAA americana, pero es seguramente lo que más se le parezca. El anzuelo para reclutar jugadores son las becas y ayudas para permitir la formación académica mientras se juega al fútbol sala a alto nivel. En las últimas seis temporadas, el club ha vivido en un ascensor entre Primera y Segunda. Ahora se luchará desde este fin de semana por el ascenso, el que era el objetivo, estar en el play off más concretamente, al comienzo de temporada.

El hecho de subir y bajar constantemente no ha desenfocado los propósitos de la entidad. Hay unos valores y una línea. Durante un partido de esta temporada, hubo una imagen que se hizo viral. En marzo, el BeSoccer marcaba un gol al Alzira, precisamente el rival desde este sábado para la primera eliminatoria, cuando un rival estaba en la pista tirado tras un choque. Los jugadores universitarios no se percataron y el rival lo reprochó. Tete ordenó que su equipo se dejara marcar un gol para compensar inmediatamente.“Ha sido una decisión mía y esto es deporte, pero no vale todo para ganar”, razonaba entonces.

Moli y Tete, en una imagen de archivo. Moli y Tete, en una imagen de archivo.

Moli y Tete, en una imagen de archivo.

Es parte de ese ideario que es pilar del equipo. Moli, presente en Jaén para ver un acontecimiento que nunca imaginó, relataba horas después cómo había sido ese viaje. “Imagínate. Te puedo decir que es la primera vez que se me han caído las lágrimas en un partido. De emoción e ilusión. Me preguntaba ‘¿Esto lo habré soñado alguna vez en mi vida? Me puse en la grada, no quise estar metido. El mérito es de los que están ahí, los jugadores, los técnicos. Yo estoy en la sombra ahora y es mérito de ellos. Me toqué la cabeza para ver si era verdad. Hablé con el entrenador de Valdepeñas, que es mi amigo, y le dije ‘¿Qué ha pasado?’. ‘Por supuesto, habéis sido superiores’. Me explicaba que los jugadores no, gente de fuera, decían que ‘dónde vamos a celebrar, nos vamos a tal sitio’... Eso influye. Nosotros estábamos pensando en conservar la portería, que no nos metan. Ellos casi celebrando”, rememora el veterano entrenador malagueño.

“Hablando con Tete, me dijo que diera una charla. Él es el principal culpable de lo que ha pasado. Trabaja muy bien, está preparado, es joven. Yo era entrenador cuando no había móviles (risas). Él maneja la tecnología. Le dije que estos jugadores cuando juegan contra un Primera la motivación la tienen ya. El objetivo es ascender y ahí ya igual sí tenemos que machacarles. Tal como vi al equipo en la cancha, con sólo siete jugadores y a un ritmo increíble... Fue una satisfacción, un planteamiento de partido genial, de Tete y Crispi, con cambios formidables, con comportamiento increíble de los jugadores”, prosigue Moli, que asegura que tenía “200 whatsapp” de felicitación del mundillo del futsal, lógicamente impactado por la gesta: “Yo estoy feliz porque el equipo está en buenos manos. Sería incapaz de hacer lo que ellos hacen, es la realidad. Es su momento, el mío pasó. Es el momento perfecto de la transición, ellos son los que han hecho historia, en 30 años yo esto no lo hice y ellos en medio año sí. Es la realidad, los jóvenes pegan. Por la UMA, por BeSoccer, por Antequera... Me alegro por todos. Para mí es como criar a un niño desde pequeñito que tiene ya 29 años. Ya está criado, bien trabajado, esa es mi satisfacción. Era un bebé. No había equipo, me llamaron para llevar al equipo universitario. Yo estaba en el Suministros Muñoz, era el año 92/93. Ahí estaba Tete con 17 años, Fran Espinosa, que fue internacional, Insa, mi hijo Davo... Jóvenes que iban a llegar. Tiramos después de universitarios con Pedro Montiel, que es muy culpable de todo esto. Siempre ha estado ahí. En Provincial, en Tercera, hasta llegar donde hemos llegado. Esto es un patrimonio para el fútbol sala de Málaga y la provincia. Jugador que destaque tiene las puertas abiertas. Cientos de jugadores malagueños han llegado. Ahí está Cecilio, que están en Inter y en la selección, Nano, que estaba el domingo enfrente... Muchos jugadores nuestros que destacan y se lo llevan. Después valdrán o no, pero tienen la oportunidad”.

Moli, en su despedida. Moli, en su despedida.

Moli, en su despedida.

El reclutamiento se basa en jugadores que pueden compatibilizar una carrera y jugar en la élite. Se observan jugadores que destacan en la provincia, como el caso de Pablo Ramírez, que destacó en la Coineña (primer equipo al que se eliminó para ganar esta Copa del Rey) y que ha llegado a la internacionalidad sub 21 por su buen hacer. “Hay jugadores que están estudiando y se van a ganar 1.000 euros. Pero no saben que si no eres Ricardinho del fútbol sala no se vive. ¿Cobarro por qué se queda con lo bueno que es? Quiere terminar su carrera. Alvarito, los padres lo agradecían tras el partido, ha retomado los estudios y está jugando increíble, sólo hay que ver la Copa que hizo. Hay quien no lo valora, pero se demuestra que es factible. El mayor triunfo es cuando han terminado la carrera los jugadores, por el equipo han pasado médicos, abogados, ingenieros, cientos de jugadores, es lo que es la universidad. Ha hecho mucha gente, lo primordial es el estudio y lo que venga pues es un añadido”.

El caso de Óscar y Miguel, dos jugadores nacidos en 1993 en Cuevas del Becerro, es paradigmático. “Han estado desde los 17 años conmigo, los cogimos de juveniles, apenas jugaban el primer año. Miguel estudiaba, Óscar trabajaba. Lo llevamos y ahora son imprescindibles. Son ejemplos, no dan una voz, conocen la filosofía de club, saben que quien se salga del contexto no vale”, pone en valor Moli, que se confiesa “muy orgulloso, muy contento también por Tete, hombre de la casa. Como entrenador es un crack. Con Crispi forma un dúo increíble. Es un tío estudioso de este deporte, ha sido un profesional, ha tenido muchos entrenadores. Si yo veo que Tete tiene una experiencia pero se sale de la filosofía le hubiera dicho ‘mira, no’. Para ganar no vale todo. Exactamente es lo que pasó con el gol que nos dejamos, eso sólo lo hacemos nosotros. En los 35 años de entrenador no me han sacado una tarjeta de amarilla. No he tenido necesidad de reclamarle a los árbitros. Tete va por el mismo camino. Los jugadores saben el comportamiento. Con el balón por medio, tienes que llevártelo y se levanta al jugador contrario si hace falta. Pero ya está”.

Moli recuerda y nombra a todos los trabajados del club mientras se prepara para ir a entrenar con los chavales de la academia Red Blue, hasta 14 años, amparada por la UMA desde hace 10 años. Con la satisfacción de haber visto algo inimaginable. Contemplar a sus chicos ganar una Copa del Rey sin renunciar a unos valores y una filosofía difícil de encontrar en el deporte de élite.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios