Cinco años después, el Málaga de Abdullah Al-Thani sigue cambiando las caras de su proyecto. Ahora da un paso al frente su primogénito varón, Nasser Al-Thani, quien tendrá como primera misión en la vicepresidencia terciar con su padre para ver si venden o no la mayoría accionarial. Moayad Shatat, por su parte, se fue con la misma discreción con que vino. Entonces era un desconocido que venía a apagar los fuegos generados por Abdullah Ghubn, ahora presentó su dimisión para evitar quemarse.

De hecho, existe mucho paralelismo entre la decisión del dirigente jordano y la de Fernando Hierro cuando decidió dimitir del puesto de manager general de la entidad un año después de ser nombrado, allá por julio de 2011. El veleño no estaba dispuesto a pasar más vergüenza ante clubes y jugadores para apaciguar ánimos cada vez que había que justificar el retraso en un pago. Por entonces el jeque Al-Thani no había cerrado el grifo, pero empezaba a cristalizar un problema evidente de liquidez y funcionamiento. En desacuerdo con la forma de dirigir la entidad, Hierro dijo adiós. Sin una mala palabra, todo agradecimiento. Igual que Shatat, cuya elegante misiva de despedida recordó ese episodio. También al ya exvicepresidente le tocó más de un día y dos bajar al vestuario a pedir calma y comprensión con los problemas de pago y salarios retrasados. Recibido con escepticismo al principio, acabó ganándose el respeto y cariño del vestuario por su seriedad y sus verdades cumplidas.

Ahora la dirigencia vira a un perfil más joven. Que no responde al de Shatat ni al del díscolo Ghubn, pese a compartir el gusto por caprichos (como el dron que hace volar por La Rosaleda o la ciudad) y los coches caros; maneja el mejor Lamborghini del mercado, el Aventador, famoso por su aparición en la última secuela del Batman de Christopher Nolan y caracterizado como si perteneciera al remake de la película Tron. Cuesta más de 350.000 euros y es coche de coleccionista de élite.

El dirigente veinteañero tiene una formación académica desconocida y nunca ha estado en la primera plana de una empresa. A pesar de haber estado presente en palcos y actos públicos en representación del Málaga, aseguran desde el club que nunca ha participado en una reunión de las celebradas en La Rosaleda y tiene ante sí un mastodóntico reto en su primera etapa ejecutiva.