Divisando la orilla
Málaga cf | Hércules · la previa
Motivación Un triunfo ante el Hércules supondría casi la salvación virtual Intercambio Los de Djukic no están precisamente para conformismos, así que se plantea un partido de movimiento

Divisar la meta reta al cuerpo. Hay a quien la cercanía del final le recuerda lo sufrido durante el camino y le resta unidades psicológicas en el esfuerzo definitivo. Aunque es más normal que proporcione las últimas fuerzas de flaqueza en el individuo a las puertas de la gloria, un premio de consolación en el caso de los de Pellegrini. Como sucede que el Málaga llega al tramo final a velocidad de crucero, la inercia ganadora y el sustento de la grada enfocan al Hércules, con razón, como un francotirador. Ya es hora de quitar el tapón para que se vaya por el sumidero otro año de sufrimiento.
Lo bueno de este enfrentamiento es que no hay ambages. Ganar es un zarpazo letal, casi una salvación virtual según el prisma local. La derrota obliga a una perfección en el mes restante y el empate tiene triste consuelo para cada uno, mantener la distancia de un triunfo en los blanquiazules, conservar el average en los alicantinos. Pellegrini y Djukic, pues, no tendrán que reforzar la motivación de los suyos. La suerte de los jugadores malaguistas es que saltarán a un estadio que promete parecerse al de aquellos llenos previos al último gran ascenso. Con suerte, la atmósfera dará una tregua vespertina en esta nueva racha de lluvia en la capital.
Prevista en esos términos la cita y por más que el Hércules aparezca como plato del menú, conviene gestionar bien ese contexto de no paladear la recompensa que se atisba antes de obtenerla. De hecho, este es un partido inverso al de la semana pasada; hoy es el Málaga quien puede cerrar carpeta y el Hércules revivir con uno de esos triunfos que da más valor a las quinielas. El resultado de El Sardinero es conocido. La historia recuerda la zozobra de las jornadas finales, las victorias inopinadas, el peso de la responsabilidad, la hora de la verdad.
A diferencia del encierro del Deportivo y, aunque el Hércules se defina desde el contragolpe, no está en situación de apostar por el conformismo en el campo. Las pulsaciones del encuentro y un gol pueden deparar un encuentro de contrastes y correcalles. El loquísimo 4-6 de hace tres años lo configuraron otros motivos, esto no será igual. Pero llegados estos encuentros las caretas se retiran de los rostros. Y llega el tiempo para lamentar o celebrar.
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