La selección española de fútbol parece seguir anclada en el Mundial de Brasil, donde hace tres meses fracasó con los mismos síntomas que sigue presentado hoy: un Iker Casillas en el ojo del huracán, un Diego Costa que no marca goles, derrotas inesperadas y desconfianza creciente hacia el banquillo. "No fue lo esperado", reconoció el seleccionador, Vicente del Bosque, tras la sorprendente derrota por 2-1 de la campeona de Europa ante Eslovaquia, número 40 del ranking mundial, en el segundo partido de clasificación a la Eurocopa de 2016.

El equipo de Del Bosque sumó su cuarta derrota en los últimos seis partidos y las críticas arrecian. El peor parado de la derrota en Eslovaquia fue Casillas, de nuevo en el foco de la crítica tras su grave error en el primer gol de Eslovaquia. Fue una falta lejana que entró por el centro, con el portero vencido hacia un lado.

Cuando parecía que Casillas había anestesiado el debate sobre la portería de la selección española, que surgió antes del Mundial, éste repuntó. La palabra más utilizada ayer por la prensa es "cantada". La fotografía de Casillas en el gol ilustró las primeras páginas de los periódicos deportivos.

Antes de comenzar el partido de Eslovaquia, la prensa española especuló con la posibilidad de que David de Gea fuera el guardameta titular ante Luxemburgo en el partido del domingo, pero la deficiente actuación de Casillas pone a Del Bosque en un dilema, ya que su suplencia podría interpretarse como un castigo.

Casillas ya anunció esta semana en una entrevista en Canal Plus, donde habló abiertamente de los silbidos que escuchó en el Bernabéu, que su sueño es "jugar la Eurocopa de Francia" como portero titular de España.

Pero ante Eslovaquia no sólo erró Casillas, sino también su línea defensiva, descoordinada y ausente en el gol del triunfo eslovaco, que llegó a dos minutos del final cuando España buscaba el triunfo mientras descuidaba la zaga.

Sin embargo, Casillas y su defensa no son los únicos problemas de España, que también muestra carencias evidentes en la otra portería. Porque la realidad es que España no marca goles. Tampoco es nada nuevo: es un debate que dura desde hace años y se extendió en el último Mundial.

Más allá de los abultados resultados ante rivales débiles como Australia y Macedonia, el balance en los otros cuatro encuentros es de dos goles marcados. Poca renta para un equipo que acapara más del 60% de posesión de balón durante los partidos.

Y, de nuevo, todos los ojos se vuelven hacia Diego Costa, quien sigue sin marcar con la selección española. No lo hizo en el Mundial ni en los partidos que siguieron, incluyendo el de Eslovaquia. Sorprende la falta de eficacia de un jugador que es una de las grandes estrellas de la Premier League, con nueve goles en siete encuentros con el Chelsea.

En contrapartida, el joven Paco Alcácer, del Valencia, hizo dos tantos en sus dos partidos con la selección española. También el jueves. Suficiente para animar otro debate.

Mientras, queda el asunto de la ausencia de liderazgo en la medular. Con Xabi Alonso y Xavi Hernández retirados de la selección, a España le cuesta encontrar un armador de juego que asuma galones de mando en el centro del campo. Sergio Busquets no pasa por su mejor momento, Koke todavía no es el del Atlético e Iniesta nunca fue un líder por su tímida personalidad.

Pero Del Bosque confía en su plantel y no tuvo ningún reproche tras la derrota en Eslovaquia. "No podemos tener ninguna queja de los jugadores. No hemos estado acertados y el portero de ellos ha hecho algunas paradas sobresalientes".

Su selección sigue instalada en los mismos problemas del Mundial y Del Bosque, también en el centro de la crítica, necesita un respiro en forma de resultados y actuaciones convincentes.

Debería ayudarle su débil grupo de clasificación para la Eurocopa de Francia del 2016, en el que junto a Eslovaquia también están selecciones asequibles como Ucrania, Macedonia, Bielorrusia o Luxemburgo. Además, se clasifican directamente los dos primeros.