Jony Rodríguez se llevará mañana muchas de las miradas en La Rosaleda, un estadio que el año que viene lo verá con la camiseta blanquiazul. El futbolista de 24 años, que acabó el anterior choque ante el Athletic con una contusión en el codo, no se perderá salvo sorpresa de última hora un encuentro vital para el que aún es su equipo.

Y es que Jony siempre ha desmentido que haya firmado con el cuadro malagueño para la próxima temporada, aunque la realidad es bien distinta. El asturiano, fijo para Abelardo en la presente temporada, llamó la atención de Gracia y de su equipo de trabajo. El navarro, al que le encantan los jugadores de velocidad en la banda, demandó su fichaje y el Málaga se puso manos a la obra.

El zurdo quedó libre para negociar con cualquier club a partir del 1 de enero, circunstancia que aprovechó el Málaga para adelantarse al resto. Jony, que tiene una ficha muy baja en elMe Sporting, dio el sí quiero a la entidad malacitana, donde continuará su carrera a partir de junio.

La noticia creó un revuelo mediático en Gijón. La afición no entendía cómo el Sporting no había puesto más de su parte para retener a un futbolista querido por los seguidores y con un futuro prometedor. El propio jugador atendió a los medios para asegurar que aún no había decidido su futuro, aunque no lo hizo con la vehemencia suficiente para calmar los ánimos de la afición.

Desde entonces, Jony ha continuado a un buen nivel, aunque en los últimos choques se ha ido contagiando de la situación de un equipo que acumula siete encuentros sin conseguir la victoria. Un triunfo que buscarán en La Rosaleda, donde los seguidores blanquiazules estarán muy pendientes de un Jony que a final de junio será malaguista.