La plantilla de la Unión Deportiva Marbella lo tiene claro. El futuro de la entidad pasa por la marcha de los gestores Alfredo Guerisoli e Ian Radford, pero mientras el primero se ha desentendido, este último sostiene que quiere seguir al frente del club, pese a que los propios capitanes han contactado con él para pedirle que abandone.

La insistencia del inglés en continuar al mando de la entidad obstaculiza la irrupción de los inversores británicos que llegan de la mano del ex presidente del Atlético de Marbella, Antonio Serrano, que quieren un club libre de cargas de este tipo.

En el entorno del presidente, Antonio Pérez, y la plantilla están de acuerdo, consideran que el contrato suscrito con Radford y Guerisoli queda sin efecto por incumplimiento de éstos, pues no han hecho frente a los pagos que les correspondían, con lo que se intentaría que ambos quedaran al margen de cualquier tipo de gestión que se lleve a cabo. El club opina que en los tribunales tendrían las de ganar.

Entre tanto, en el plantel cobra fuerza la idea de permanecer en el club, pues la buena marcha deportiva podría facilitar la llegada de inversores, aunque mañana los jugadores tendrán una reunión trascendental y no hay nada decidido. Lo que parece claro es que tomarán una decisión en bloque.

Lo más curioso es que los propios futbolistas se están implicando en la búsqueda de dinero e, incluso, según ha podido saber Málaga Hoy, parte de la plantilla no descarta seguir en esa línea hasta final de temporada. De momento, han cobrado dos meses enteros y en los próximos días esperan que el presidente consiga abonar un tercero.

Una de las mejores bazas para que la entidad marbellí siga en competición es que el equipo ocupa la sexta plaza en la clasificación, a dos puntos de la fase de ascenso, con diez partidos sin perder. Algunos jugadores creen que si mantienen esa línea no tardará en venir alguien en su auxilio.

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