Dos años han escrito un capítulo muy importante en la historia futbolística de Almería, quizá demasiada. Y ambos se dibujaron con el mismo pincel, el de Unai Emery. Cuando a principios del pasado verano se confirmó la marcha del de Fuenteberría al Valencia, la entidad almeriense quiso aplacar la voz de la incertidumbre a golpe de talonario y buscó en el mercado una parcela donde seguir construyendo el sueño rojiblanco. Unai hizo brotar en la afición un optimismo difícil de saciar.

Después de desembolsar más de 15 millones de euros y de contar con unos 28 como presupuesto, Alfonso García por fin contaba con medios para poner en marcha su equipo ideal. Se llevó para el complejo deportivo de la Vega de Acá a los Pellerano, Piatti, Solari y compañía, y bendijo el proyecto con el nuevo técnico revelación, Gonzalo Arconada, que venía de devolver la Primera División a Soria.

sin balón

El Almería inauguró la Liga con un triunfo meritorio en La Catedral e, incluso, llegó a coquetear con la cabeza de la tabla en jornadas posteriores. El equipo era serio y Negredo se encargaba del resto, aunque siempre quedaba la sensación de sufrir demasiado. Los problemas comenzaron a pie de puerto. En el llamado Tourmalet los almerienses arrancaron un punto que dejó bastante tocado a Arconada. Tras perder en el Molinón, se confirmaron dos cuestiones: la falta de fe de la plantilla en Arconada y el fútbol inseguro en la zaga de éste. Con Chico y Pellerano sumando altibajos, al menos Bruno y Mané mantuvieron el tipo en los laterales.

con balón

Como regalo, Alfonso García pidió a los Reyes a Hugo Sánchez, un fichaje mediático que había de ser el acicate que estimulara al Mediterráneo. El ex seleccionador mejicano aterrizó con una idea muy clara y, hasta el momento, le está funcionado bastante bien. Con él, el Almería ha recogido en Liga dos victorias, otros tantos empates y una derrota, el pasado domingo en Mestalla. El camino a ello ha sido un fútbol menos especulativo y más rápido que el de su predecesor.

lo mejor

Con la llegada del mexicano hubo un giro en las sesiones preparatorias. Introdujo en su plantilla la filosofía del ataque. Prueba de ello es que la portería de Alves únicamente ha permanecido virgen en el debut ante el Betis. Con Hugo se han rehabilitado dos jugadores fundamentales de la plantilla rojiblanca: Álvaro Negredo y Kalu Uche. Tras comenzar la temporada con una varita en sus botas, el vallecano rompió su sequía goleadora con dos tantos al Valencia, el primero después una jugada soberbia de Crusat, otro de los bendecidos por Sánchez. En cuanto a Kalu, el nigeriano ha agradecido la generosa confianza del mejicano con cuatro goles.

lo peor

La pasada campaña casi 20 goles provinieron de la fábrica de Emery a balón parado. Esta temporada se está convirtiendo en uno de los grandes talones de Aquiles de los rojiblancos. La falta de aportación del banquillo ha sido otro gran lastre, sobre todo a domicilio.