En diez minutos, desde el final del calentamiento al 7 de partido, Pellegrini se quedó sin su estilete de los últimos partidos y su portero preferido. Malo augurios para un Málaga denostado y que ya traía de base bajas sensibles. Pero el equipo no se despistó. Salió a ser seguro y consistente y lo logró. Falto de mordiente para hacer daño a la contra, pero superviviente, que era de lo que se trataba viendo cómo estaba (y está) la clasificación.
Demichelis emergió para darle la razón a los que le esperaron con los brazos abiertos como una nueva referencia. Estuvo coloso el argentino, atento siempre al corte y que fundó buena sociedad con Weligton, también en buena línea. Recio aguantó el tipo con entereza y Fernando sorprendió con un buen rendimiento a pesar de su inactividad.
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