Son apenas unos niños en la pista, pero poco a poco se han ganado el cariño de los aficionados. Las gradas del pabellón de Los Guindos se llenaron como si fuese el quinto partido de la final entre el Clínicas Rincón y el Palma Air Europa la pasada temporada. El equipo de Manolo Bazán, con chicos entre los 12 y los 14 años, han conseguido hacer historia al clasificarse por primera vez para la final de la Minicopa. Lo harán ante el favorito a las 13:00 horas, el Real Madrid, que se ha reforzado con varios jugadores.

No fue fácil el camino hacia la clasificación. Tras una jornada de trámite ante el Iberostar Tenerife, a la postre último clasificado del grupo A, el Unicaja afrontaba dos partidos de la máxima exigencia en la cancha de Los Guindos. Bien temprano dejaban sentenciado el encuentro ante el Valencia. Los levantinos compitieron ante el Barcelona el pasado viernes, pero no pudieron hacer frente al buen hacer de los de Bazán, que pudo rotar sin problema a sus 12 jugadores para que llegasen frescos al encuentro ante los blaugranas.

Fue Uriel Carrillo el motor de los malagueños en el encuentro ante el Valencia Básket. El base rondó el triple doble con ocho puntos, ocho asistencias y nueve recuperaciones. El canterano cajista cumplía ayer 14 años y lo hizo de la mejor manera posible, con doble victoria y ovacionado por la grada.

Así pues, el Unicaja se jugaba el pase a la final contra un Barcelona que había estado en ella desde la primera edición, allá por 2004. El encuentro se presentaba igualado y con el único precedente, en el torneo de Casteldefells a favor de los andaluces. Sin embargo, los primeros minutos pertenecieron a los blaugranas, que se hicieron pronto con el control del rebote, algo básico en estas categorías. Disponer de dos, tres e incluso cuatro ocasiones propicia un mayor aumento en el ataque.

Pronto comenzaría a subir el pistón defensivo el Unicaja, de la mano de Carrillo. El base terminaría el partido con 16 puntos, 5 asistencias y 8 recuperaciones. Las primeras ventajas pertenecerían a los de Manolo Bazán, gracias también a los puntos de Jesús Carrelero. Sin embargo, pronto aparecerían los problemas de faltas para los malagueños, propiciando un pequeño bajón en el juego.

Con Carrillo con tres faltas y Carrelero y Fernández con dos, fue el turno de Moreta. El escolta fue el máximo anotador del encuentro, con 25 tantos. Ejerció de líder cuando el Barcelona, de la mano del pequeño base Aza y del pívot Font, establecían un 0-8 para colocar la primera ventaja de los blaugranas en el encuentro. Los malagueños no encontraban huecos para penetrar la defensa barcelonesa y el partido parecía cerca de romperse. Sin embargo, un triple de Rafa García desde la esquina ponía la tranquilidad.

La segunda parte fue un espectáculo de los malagueños en defensa. Ante la altura de Sorolla, Bazán colocó a Dike defendiéndolo y sin dejarlo recibir. Carrillo volvía a tomar el mando del encuentro y distribuía pases a diestro y siniestro a Moreta, excelente en el contraataque. Así se alcanzaron los diez puntos de ventaja para los de Bazán.

El partido se estaba encarrilando cuando emergió la figura de Cervilla en la defensa. Los malagueños sólo permitieron 22 puntos en la segunda parte por los 41 que recibieron en los primeros 20 minutos. Una pequeña reacción blaugrana permitió soñar durante un minuto al Barcelona, que vio cómo la superioridad de Carrillo, que salió manteado por sus compañeros, y Moreta llevaban a su equipo a la primera final de su historia en la Minicopa.