21 años, 9 meses y 27 días habrán pasado desde que Arvydas Sabonis pisara por última vez Carranque hasta que lo haga su hijo Tuti mañana. Con la vuelta del baloncesto a la pista malagueña, en la que jugara el Mayoral Maristas, la leyenda del Zar se agranda.

"Sienta muy bien volver a una cancha histórica como Carranque. Personalmente tengo muchas ganas de jugar allí", dice el jugador del Clínicas. El ala-pívot fue informado días atrás de que su padre, Arvydas, jugó allí hace años. "Me lo ha contado gente del club", aclara el lituano criado desde pequeño en Málaga.

Sin embargo, Tuti no ha podido hablar con su padre de ello: "Apenas he podido hablar con mi padre, y nada de la vuelta a Carranque. La verdad es que ha tenido cosas personales con la Federación y como a él no le gusta hablar mucho por teléfono...".

Sin dudas, Arvydas, uno de los pioneros europeos en jugar en la NBA, está contento con la trayectoria de su hijo mediano. "Mi padre está muy ilusionado porque estamos en una liga mejor. Quiere que siga evolucionando como jugador, como equipo y a ver si puedo hacer cosas buenas", manifiesta el componente del club malagueño.

Sabonis es uno de los jugadores más veteranos de la plantilla, tras Guillén y Francis Sánchez. El ala-pívot lituan es nacido en el 92, mismo año que Pozas pero un mes antes. "Pepe, Luis, Alberto, yo, hacemos las cosas que podemos hacer para ayudar a los jóvenes, pero ahora con Richi, con Guille y con Alfonso hay que hacer lo que ellos digan", dice Tuti sobre sus nuevos compañeros de entrenamiento Alfonso Sánchez y Guille Rubio. Ambos jugadores se encuentran en Málaga esperando que les llegue alguna oferta para la temporada.

Como buen malagueño, a Tuti le gustaría estar en el Unicaja: "Me gustaría jugar en ACB en Málaga. A ver si tengo la suerte de poder estar allí con mi hermano Domas", aclara.