La novena jornada de este campeonato no será olvidada por el presidente del Málaga, Abdullah Al-Thani, ayer ausente del palco, ni por sus colaboradores directos. Es el tiempo en el que su primer proyecto en el fútbol español se ha visto abocado a ocupar una plaza de descenso de categoría.

Por no ganar. Ni empatar en casa. La de ayer es la quinta derrota consecutiva que los de Jesualdo Ferreira suman en el mismo número de encuentros disputados en La Rosaleda. Mira que Ferreira insiste en pronunciar la palabra "ganhar" (ganar en portugués). Pero queda comprobado que las palabras, si no las acompañas de hechos, se las lleva el viento. Y ayer sopló bastante, hasta convertido en música de protesta por parte de la afición en muchas fases del partido.

No sólo hubo pitos, sino que también aparecieron los primeros pañuelos. Normal cuando observan que lo que en las primeras jornadas se definía como una falta de equilibrio lleva un mes tornándose en facilidades constantes para los rivales. "Ganhar", qué bien suena, qué lejos queda. Aunque esto es fútbol...