Que Nina Zhivanevskaya, en cuyo extenso currículum exhibe una medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sidney 2000 y una de oro en el Mundial de Barcelona 2003, se ofrezca a apadrinar a una futura nadadora para así lograr que compita al más alto nivel significa, como mínimo, que a ésta le aguarda una notable carrera por delante. No obstante, Sylvia Molina (28/02/1997, Torremolinos) declinó la propuesta y ahora se entrena diariamente para labrarse un porvenir en el tenis. De momento, los resultados no muestran que haya errado en su elección, puesto que ostenta actualmente la tercera plaza del ránking provincial sub 12, al mismo tiempo que hace lo propio con la séptima a nivel andaluz. En la clasificación nacional absoluta aparece en la posición 840, pese a que su categoría es alevín.

Molina acumula en su corta vida tres años de competición. En 2007 fue campeona del Circuito Super Olé y del II Torneo Academia Sherwood. En 2008 amplió su historial con victorias en el IV Torneo Aniversario Club Raqueta de Benalmádena y en el VIII Torneo Feria de San Miguel, siendo esta cita para chicos y chicas de 14 años. En lo que va de 2009, la precoz deportista se hizo con el triunfo en el II Torneo Diez.

A sus 12 años, pertenece al Grupo de Tecnificación de la Federación Andaluza de Tenis, que se encarga de mejorar las promesas de este deporte. Fue en Barcelona donde le indicaron los pasos a seguir y se puso a las órdenes de Fermín Novillo y José Roses, quienes la forman en el Club El Candado. Antonio Hernández, el que fuera entrenador de la mítica Arantxa Sánchez Vicario, fue clave al aconsejar a Molina a tomar esta decisión hace ya justamente un año.

"Rafa Nadal, Roger Federer y David Ferrer son mis ídolos. En el circuito femenino, Carla Suárez", responde la torremolinense cuando es cuestionada por sus espejos. También lo tiene claro a la hora de elegir triunfos: "Me encantaría ganar Roland Garros y Wimbledon". Estudiante de primer curso de ESO, intenta ayudar siempre a su hermano Antonio, de 8 años y que también juega al tenis. Asimismo, Molina es aficionada al fútbol y no se pierde un partido del Barcelona, por lo que presume cuando puede del triplete culé.