Endesa presentó ayer en Sevilla un nuevo sistema de inspección de líneas mediante el uso de drones -aviones no tripulados- equipados con cámaras de visionado y grabación de alta resolución para registrar y revisar de forma telecontrolada el estado de la red eléctrica.

Según la firma, estos aparatos "permiten inspeccionar las líneas sobre todo en puntos de difícil acceso", por lo que son una medida complementaria a las termografías que se hacen con helicópteros.

La iniciativa se ha introducido en Sevilla -tras un proyecto piloto en Cataluña- y en los próximos meses se llevará al resto de provincias andaluzas. Estos dispositivos teledirigidos, de poco peso (de dos a cuatro kilos) y 75 centímetros de longitud una vez desplegados, están equipados con cámaras estabilizadas giroscópicamente que permiten captar imágenes de las líneas, y son utilizados en zonas de difícil acceso.

Con ello se consiguen agilizar las inspecciones en detalle sin que sea preciso programar un corte en el suministro a los clientes. Asimismo, estos dispositivos, "muy estables en pleno vuelo", también se usan para verificar la anchura de los pasillos y senderos de seguridad que se encuentran debajo y a los lados de las línea y que actúan como cortafuegos. Además, están pensados para reconocimientos aéreos del terreno en emergencias y se está estudiando incorporarles una cámara termográfica para hacer revisiones de puntos calientes.

Los drones, de cuatro, seis u ocho hélices, alcanzan unos tres kilómetros de distancia y son capaces de despegar y aterrizar solos mediante la propulsión eléctrica, así como mantener la posición y la altura automáticamente gracias a un GPS incorporado y a un control barométrico de altura. Además, incorporan un sistema que, en caso de pérdida de señal, les hace regresar al punto de partida.