Decenas de miles de personas participaron ayer en las manifestaciones convocadas en toda España con motivo de la celebración del Primero de Mayo, que este año cumple su 125 aniversario, para pedir, en un claro ambiente preelectoral, la recuperación de los derechos laborales y el fin de los recortes. La proximidad de los comicios municipales y autonómicos del 24 de mayo marcó el discurso de los líderes de CCOO y UGT, Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, en la manifestación de Madrid, la más emblemática, en la que pidieron a los partidos políticos que se comprometan a restaurar los derechos laborales perdidos con las reformas. 

Méndez aseguró que esta fiesta no es una cosa del pasado y que su esencia continúa vigente en la España del siglo XXI: la redistribución equitativa de la riqueza producida conjuntamente. El líder de CCOO lamentó en el mitin de cierre de la manifestación que el Gobierno quiere una sociedad "amordazada, que no proteste, que no vaya a la huelga y, si es posible, que no vaya a votar, no vaya a ser -ha dicho- que se decante por otras alternativas". 

En esta ocasión, la manifestación de Madrid contó con la presencia de más políticos, como por ejemplo, el líder de IU, Cayo Lara; los candidatos del PSOE a la Comunidad y al Ayuntamiento, Ángel Gabilondo y Antonio Miguel Carmona, respectivamente; la portavoz de Empleo socialista, Luz Rodríguez; y el concejal socialista Pedro Zerolo. 

En Valencia, el líder del PSOE, Pedro Sánchez, avanzó al inicio de la manifestación, a la que asistieron miles de personas, que "2015 va a ser el año del cambio". Además, avanzó su compromiso de "aprobar un nuevo estatuto de los trabajadores que sea una carta de derechos laborales y no un catálogo de precariedad laboral, que es en lo que lo ha convertido el PP con su reforma laboral". 

El coordinador general de IU, Cayo Lara, afirmó que a día de hoy hay "una jartá" de razones para defender los derechos de los trabajadores en España, un país que cuenta con 4,5 millones de parados, con "mucha gente" en situación de exclusión social y seis millones de sueldos por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI). 

Por su parte, el secretario general de Podemos, Pablo Iglesias, -que no participó en las marchas oficiales sino en una concentración ante la sede de Telefónica- ensalzó la festividad del Día del Trabajador "en un momento como éste, en el que el totalitarismo del mercado amenaza la democracia". 

También hubo presencia de políticos en Barcelona, a cuya marcha han acudido el líder de ERC, Oriol Junqueras; la cabeza de lista de Barcelona en Comú, Ada Colau; y los diputados Joan Herrera y Joan Coscubiela, entre otros. En esa ciudad, miles de personas han reclamado mejores salarios y trabajo estable, y han denunciado la precariedad laboral. 

La elevada tasa de paro de Andalucía ha sido uno de las denuncias de la manifestación de Sevilla, mientras que en Bilbao se puso el acento en la necesidad de un cambio de política para salir de la crisis y en la defensa del papel del sindicalismo en la sociedad.