España cede hoy el testigo de la presidencia de la UE a Bélgica con el convencimiento del Gobierno de que su gestión durante estos seis meses dejará huella por "los resultados, más que por las fotos", y por haber sentado las bases de una política económica común de los socios europeos.

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, al hacer balance del mandato, afirmó que España "ha estado a la altura de las circunstancias y ha dado la talla" en un contexto "muy difícil" que ha estado condicionado por la crisis económica y por las amenazas a la estabilidad del euro.

La presidencia española deja como legado haber sido la primera presidencia rotatoria con el Tratado de Lisboa y sus nuevas instituciones -el presidente del Consejo Europeo y la Alta Representante de la Política Exterior- y haber aprobado la estrategia económica comunitaria para esta década.

También será recordada por la suspensión de las cumbres con Estados Unidos y la Unión por el Mediterráneo (UpM), la respuesta ante los terremotos de Haití y Chile, los primeros pasos de la orden de protección de las víctimas de la violencia machista y los acuerdos con América Latina.

"En lo que ha dependido de la presidencia, se han logrado el cien por cien de los objetivos", resumió López Garrido en una rueda de prensa en Madrid.

La decisión del presidente Barack Obama de suspender la cumbre UE-Estados Unidos no debe empeñar un semestre que no estaba pensado "para pelear por las fotos, sino por los hechos", añadió.

Después de que la semana pasada casi toda la oposición calificase de poco exitosa la presidencia, López Garrido les invitó a estudiar con detenimiento todo lo conseguido en el semestre, en especial, en los últimos días.

"Hay muchos partidos que se ganan en el último minuto", apuntó el secretario de Estado, en alusión a los acuerdos obtenidos en el último Consejo Europeo en materia económica y financiera y a los suscritos con Estados Unidos sobre transporte aéreo e intercambio de datos para combatir el terrorismo.

A su juicio, si el análisis se hace con "honestidad política e intelectual", se debería llegar a la conclusión de que ha sido una presidencia "eficaz y solvente".

Las quejas de los partidos de la oposición, comenzando por el PP, se centran en que el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, ha estado a merced de los mercados y de Alemania y su gestión no ha estado a la altura del prestigio de España.

López Garrido contrapuso esta falta de apoyo a la felicitación que tanto las instituciones como los socios europeos han expresado por el desarrollo del semestre.

La portavoz del PP en el Congreso, Soraya Saénz de Santamaría, aseguró que el crédito internacional del Gobierno "ha quedado absolutamente triturado" durante la presidencia española de la UE, porque Zapatero no tiene credibilidad dentro de España pero tampoco la tiene fuera.

Por su parte, el PNV calificó de "fracaso" la presidencia, ya que en su opinión "ha dejado en evidencia" el "poco peso" y la "falta de confianza" del resto de países europeos en el liderazgo de Zapatero.

Después de haber presidido la UE en cuatro ocasiones, España no volverá a estar al frente de la UE hasta después de 2020, cuando se establecerá un nuevo calendario de rotaciones entre los socios europeos.