La semana en la que se cambiará el verano por el otoño trae también nubes a la provincia de Málaga que tal vez no sean suficientes para que la lluvia haga acto de presencia, pero que sí influirán en la temperatura y el tiempo en general. Además, el paisaje cambiará el cielo azul con pocas interferencias en su color y el horizonte por momentos ventosos y en los que las nubes tendrán bastante protagonismo, algo que influye en los colores y la iluminación de los lugares que conocemos y que es un punto interesante para quienes disfrutan con la fotografía o el mero hecho de relajarse viendo buenas postales en su entorno. Por eso, del mismo modo que después de la lluvia los colores y los entornos son diferentes, esta semana tendrá particularidades que ayudan a desconectar y disfrutar de los pequeños detalles del cambio de estación. Además, un buen paseo con vistas aporta muchos beneficios.

Mirador de Manilva

Es un sitio que no está lejos de la costa pero tiene la altura y la ubicación necesarias como para poder tener una situación privilegiada sobre un punto del Mediterráneo en el que la influencia del océano Atlántico es ya más que notoria con la localidad de Manilva como parte del escenario, un buen sitio que, además está rodeado de otros puntos que sirven para desestresarse y obtener buenos paisajes. El propio litoral costero de este punto de la provincia tiene paseos, pasarelas y puntos en los que el horizonte merece mucho la pena.

Estupa budista, Benalmádena

El lugar no sólo tiene unas energías especiales que la hacen única en el mundo y fueron puestas de manifiesto por el gran maestro budista Lopou Tsechu Rinpoche, también cuenta con un emplazamiento geográfico privilegiado, desde el que se domina la costa de Benalmádena y Fuengirola, con el mar de fondo y la montaña a sus espaldas. Además, está cerca de otros lugares que ofrecen bonitos paisajes como el teleférico benalmadense y varios miradores a su alrededor. Uno de esos lugares que no suele tener una gran afluencia de visitantes, pero posee unas vistas espectaculares.

Mirador en la Cala del Moral

Pegado a la capital, después de lugares tan señeros y frecuentados como el Peñón del Cuervo, pero con una posición algo elevada que permite ver la bahía malagueña desde una perspectiva nueva. Las nubes y el mar a menudo cubren la capital y la propia bahía, pero es también un gusto ver cómo se acaba la luz diurna en una perspectiva que domina la entrada marítima a la capital. Ya no hay piratas de los que avisar, pero el lugar evoca tranquilidad. Además está cerca de una de las playas para perros del litoral malagueño y de una cavidad de las más espectaculares de la provincia como es la Cueva del Tesoro.

Mirador La Muralla, Mijas

Un lugar desde el que se domina casi toda la costa oeste de la provincia, con la altura necesaria como para observar las nubes a un lado y otro de la localidad mijeña. Además, la vida en los jardines de este lugar altamente retratado en las postales turísticas, lanza un olor y un color distintos. El reparto y selección de las plantas que hay en sus jardines hace que se vean bonitos todo el año. Si se dispone de tiempo, además, pasearse por Mijas pueblo después de una jornada de agua también tiene su encanto.

Castillo de Bentomiz, Arenas

En la zona Este de la provincia, cerca del pueblo de Arenas se encuentran los restos del castillo de Bentomiz. Es un sitio con vistas amplias, el mar cercano y unas características perfectas para disfrutar de esta época del año en uno de los puntos de la provincia en las que las temperaturas son más suaves. Se trata de una fortaleza que tuvo gran protagonismo histórico en la época de Abderramán III cuando el que acabó siendo primer califa de los Omeya en Córdoba tuvo que guerrear y vencer a Omar Ibn Hafsún, el rebelde que dominó gran parte de lo que hoy es Andalucía. En los siglos posteriores también fue importante y en 1487 se pactó su rendición a los Reyes Católicos. Es un castillo grande, con dos recintos amurallados y con unas vistas impresionantes de litoral que no sólo se limitan a la costa de La Axarquía. Uno de esos enclaves en los que disfrutar del paisaje y también de los pueblos que están en su entorno como la propia Arenas.