El bosque mágico de Málaga que enamora a los niños y se convierte en plan estrella esta Navidad para hacer senderismo en familia
El Bosque Encantado de Parauta gana un plus de magia durante las fechas navideñas: ¡ve abrigado!
Cuando un pueblo entero se vuelca con la Navidad: el Belén Viviente más humano de Málaga lo encontrarás a pie de playa
La provincia de Málaga destaca por su diversidad natural y por la riqueza de su entorno rural, un patrimonio que se refleja en la presencia de numerosos Pueblos Mágicos repartidos por su geografía. En el interior, lejos de la costa, la Serranía de Ronda alberga uno de esos enclaves que durante la Navidad adquiere un protagonismo especial por su capacidad para unir naturaleza, arte y tradición: el Bosque Encantado de Parauta.
Situado en el Valle del Genal, este espacio se ha consolidado como uno de los itinerarios más singulares del interior malagueño, especialmente apreciado por familias que buscan propuestas de senderismo adaptadas a los más pequeños. La combinación de paisaje natural, intervenciones artísticas y ambiente festivo convierte a este recorrido en uno de los más llamativos de la provincia durante estas fechas.
El municipio de Parauta, catalogado como Pueblo Mágico, actúa como punto de inicio para descubrir el Bosque Encantado. Este pequeño pueblo blanco conserva la esencia de su pasado andalusí, visible en su trazado urbano de calles estrechas y viviendas encaladas. Su localización, en pleno Valle del Genal, lo rodea de un entorno natural de gran valor ecológico, dominado por bosques de castaños y cursos de agua que refuerzan el atractivo paisajístico de la zona.
Parauta forma parte de un territorio que destaca por su tranquilidad y por la armonía entre el medio natural y la vida rural, un marco que sirve de antesala perfecta para adentrarse en uno de los senderos más singulares de la Serranía de Ronda.
El Bosque Encantado, una ruta entre Parauta y Cartajima
El Bosque Encantado de Parauta es una ruta que conecta este municipio con la vecina localidad de Cartajima. A lo largo del recorrido, el sendero se transforma en un espacio donde la naturaleza convive con elementos artísticos integrados en el paisaje. Esculturas talladas en madera y adornos elaborados con materiales naturales acompañan el camino, aportando un componente visual que convierte la caminata en una experiencia diferente.
Estas piezas, distribuidas a lo largo del trayecto, están diseñadas para integrarse en el entorno sin alterar su esencia. Su presencia añade un componente lúdico y educativo que capta especialmente la atención de los niños, que descubren figuras y escenas a medida que avanzan por el sendero.
Las esculturas de Diego Guerrero, alma del Bosque Encantado
Uno de los elementos que define la personalidad del Bosque Encantado es el trabajo del escultor local Diego Guerrero. Vecino de la zona, lleva más de dos décadas transformando maderas de olivo y otros elementos naturales en figuras expresivas que parecen cobrar vida entre los árboles.
Sus creaciones aportan identidad propia a este espacio natural, convirtiéndolo en una especie de galería de arte al aire libre. Cada escultura transmite sensaciones y emociones que enriquecen el recorrido y refuerzan la conexión entre el visitante y el entorno, tanto para adultos como para los más pequeños.
Un entorno natural que define la Serranía de Ronda
Más allá del propio sendero, el Bosque Encantado se integra en un paisaje característico del Valle del Genal, una de las zonas de mayor valor natural de la provincia de Málaga. Bosques de castaños, caminos rurales y un entorno bien conservado rodean esta ruta, ofreciendo una visión completa de la riqueza ecológica de la comarca.
El recorrido permite, además, acercarse a otros municipios cercanos de interés, como Igualeja, conocida por sus manantiales, o Júzcar, popularmente identificado como la aldea azul. Estas localidades completan un mapa rural diverso, donde arquitectura, historia y entorno natural se combinan de forma armónica.
Durante las fiestas navideñas, el Bosque Encantado de Parauta adquiere un carácter especial. Los detalles y adornos del recorrido se adaptan a esta época del año, generando una atmósfera festiva que refuerza el componente mágico del sendero. El paisaje se transforma en una sucesión de escenas que evocan la Navidad, integradas de manera respetuosa en el entorno natural.
También te puede interesar
Lo último