Conocen los secretos de la provincia de Málaga y alguno es milenario: árboles legendarios y rutas para encontrarlos

Del Castaño Santo de Istán al Alcornoque de El Palero: guardianes del tiempo en plena naturaleza

Rutas y rincones donde descubrir los árboles más antiguos y mágicos de la provincia

Una guía para seguir las huellas de los árboles monumentales que aún resisten al tiempo

El Castaño Santo, en el municipio malagueño de Istán. / M. H.

Entre montes, valles y sierras, la provincia de Málaga guarda un patrimonio natural que va mucho más allá de sus playas o pueblos blancos. Son árboles que han sobrevivido al paso de los siglos, auténticos testigos de la historia de la provincia y guardianes de un paisaje que ha cambiado a su alrededor. Algunos de ellos son milenarios y otros centenarios, pero todos comparten una presencia imponente y un entorno de gran valor ecológico. Desde el corazón de la Sierra de las Nieves hasta los límites del Parque Natural de Los Alcornocales, estos gigantes vegetales se alzan como monumentos vivos que cuentan, en silencio, los secretos más antiguos de Málaga.

El Castaño Santo de Istán

El Castaño Santo de Istán. / D. M.

En el término municipal de Istán, entre los parajes de la Sierra de las Nieves y la Sierra Bermeja, crece uno de los árboles más asombrosos de Andalucía: el Castaño Santo, un ejemplar cuya antigüedad se estima entre 800 y 1.000 años. Su imponente figura, con un diámetro en la base de más de 22 metros y un tronco que alcanza los 15, lo convierten en una joya botánica de dimensiones extraordinarias.

A pesar de haber perdido parte de su altura original —que superaba los 24 metros—, su presencia sigue dominando el entorno. El árbol se encuentra en una finca privada, rodeado de naturaleza salvaje y antiguos caminos rurales. Durante siglos, este castaño ha sido refugio para animales y símbolo de resistencia frente al paso del tiempo. Su entorno, próximo al pintoresco pueblo de Istán, mantiene una conexión directa con la naturaleza y la tradición de las sierras malagueñas.

El Olivo de Casaria en Casabermeja

Entre los paisajes agrícolas de Casabermeja destaca un árbol que ha sido moldeado por el tiempo: el Olivo de Casaria. Con más de 600 años de vida, este ejemplar presenta un tronco retorcido de diez metros de perímetro y una copa que domina el horizonte rural de la comarca.

El Olivo de Casaria. / juntadeandalucia.es

El olivo se alza como símbolo de la agricultura tradicional malagueña, rodeado de almendros y tierras de cultivo que reflejan la esencia del paisaje mediterráneo. En las inmediaciones, rutas como la de las Piedras de Cabrera permiten adentrarse en un entorno natural donde el patrimonio botánico y el histórico se entrelazan.

Casabermeja, conocida también por su singular cementerio monumental, es un enclave donde el pasado rural se conserva intacto, y este olivo centenario representa la unión entre la tierra y la memoria.

El Pinsapo de Las Escaleretas

En el municipio de Parauta, dentro del Parque Nacional de la Sierra de las Nieves, se encuentra uno de los árboles más emblemáticos de la provincia: el Pinsapo de Las Escaleretas. Este ejemplar, de entre 400 y 600 años de antigüedad, es una de las joyas de un bosque único en el mundo, donde crecen los últimos pinsapares naturales de Europa.

El Pinsapo de las Escaleretas de Parauta. / malaga.es

Su sombra abarca cerca de 400 metros cuadrados, y aunque los años han afectado a su estado, sigue siendo un referente biológico y paisajístico de gran valor. Su entorno ofrece vistas espectaculares de la sierra y de los picos más elevados del parque, en un ambiente de frondosa vegetación y silencio natural.

La tradición local le atribuye un origen casi legendario: se dice que el pinsapo creció sobre la tumba de una curandera de la zona, un relato que envuelve al árbol en un aura de misterio y lo vincula con las creencias populares de la sierra.

El Alcornoque de El Palero

En el extremo occidental de la provincia, cerca de Cortes de la Frontera, se alza el Alcornoque de El Palero, un ejemplar monumental que forma parte del Parque Natural de Los Alcornocales, uno de los espacios naturales más importantes de Andalucía.

Alcornoque de El Palero. / juntadeandalucia.es

Con una circunferencia cercana a los ocho metros y una altura que supera los 19, este árbol representa la fuerza y longevidad de los bosques de alcornoques que pueblan el sur peninsular. Su entorno, caracterizado por un clima húmedo y una densa vegetación, es hábitat de una amplia variedad de especies animales y vegetales, lo que refuerza su valor ecológico.

El Alcornoque de El Palero no solo destaca por sus dimensiones, sino por su papel dentro de un ecosistema considerado uno de los más ricos de la península. Es un símbolo del equilibrio entre naturaleza y tiempo, un gigante que continúa creciendo en un espacio donde la vida se manifiesta en toda su diversidad.

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