El mejor pueblo de Málaga para visitar en agosto: "Fresco, rodeado de naturaleza y donde reina la tranquilidad"

Jimera de Líbar: pozas naturales, sombra, historia y gastronomía tradicional en plena Serranía de Ronda

El microclima del valle del Guadiaro convierte a este pueblo en un refugio perfecto para escapar del calor en verano

El pueblo costero de Málaga que es perfecto en verano por tener playas 'vacías y sin turistas'

Una de las calles de Jimera de Líbar.
Una de las calles de Jimera de Líbar. / malaga.es

En el corazón de la provincia de Málaga, lejos del bullicio de la costa y del calor sofocante de las grandes ciudades, se alza un pequeño municipio que en agosto se convierte en uno de los destinos más refrescantes y tranquilos de la geografía malagueña. Jimera de Líbar, situado en la Serranía de Ronda y abrazado por el valle del Guadiaro, ofrece una alternativa singular para quienes buscan naturaleza, frescor y autenticidad.

Este encantador pueblo se encuentra rodeado por dos de los espacios naturales más valiosos del sur peninsular: el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y el Parque Natural de Los Alcornocales. Gracias a su altitud, su entorno fluvial y su orografía, Jimera de Líbar mantiene un microclima más fresco, ideal para disfrutar del mes más caluroso del año sin renunciar al contacto con la naturaleza.

Uno de los grandes atractivos de Jimera de Líbar en verano es su proximidad al río Guadiaro, cuyo cauce forma pozas y piscinas naturales en varios puntos del municipio. Entre las más destacadas se encuentran La Llana y la piscina natural junto a la estación de tren, que ofrecen espacios abiertos, sombreados y aptos para el baño.

Otro enclave singular es el manantial de Las Artezuelas, fácilmente accesible desde la estación ferroviaria. Esta surgencia de agua cristalina forma parte de un recorrido natural de gran belleza y supone una alternativa tranquila y menos transitada para refrescarse. A lo largo del curso del río, y con algo de exploración, es posible descubrir rincones ocultos donde el agua fluye entre cañaveras y piedras, formando un escenario casi virgen.

Historia y patrimonio en cada rincón

Jimera de Líbar conserva una rica herencia cultural e histórica. Su trazado urbano de calles estrechas y casas encaladas evoca la influencia morisca que definió la zona durante siglos. El núcleo urbano está dividido en dos partes bien diferenciadas: el pueblo, en la ladera del monte, y la estación, junto al río Guadiaro y al antiguo trazado ferroviario Algeciras-Bobadilla, que data de 1892.

Entre los principales puntos de interés se encuentra la iglesia parroquial, dedicada a la Virgen de la Salud, patrona del municipio, y construida sobre los restos de una antigua mezquita. También destacan las ruinas de la ermita homónima, situadas a orillas del río, donde la tradición ubica la aparición de la patrona.

La plaza del pueblo y la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Jimera de Líbar.
La plaza del pueblo y la Iglesia Nuestra Señora del Rosario de Jimera de Líbar. / malaga.es

Muy cerca, en la Finca del Tesoro, se localiza un importante yacimiento fenicio de los siglos VII y VI a.C., donde se han hallado piezas cerámicas y joyas funerarias. De época romana son también los restos del puente junto al antiguo Molino La Flor, actualmente restaurado como alojamiento turístico.

Un pueblo para disfrutar con calma

Además de su riqueza natural y patrimonial, Jimera de Líbar ofrece numerosos servicios turísticos vinculados al entorno rural. El municipio cuenta con casas rurales rehabilitadas, muchas de ellas antiguas estructuras hidráulicas, como molinos que antaño aprovechaban la fuerza del Guadiaro. Estas construcciones, ahora adaptadas para el alojamiento, conservan el sabor de la historia en un entorno silencioso y sosegado.

Uno de los coloridos rincones de Jimera de Líbar.
Uno de los coloridos rincones de Jimera de Líbar. / malaga.es

La oferta se completa con pequeños restaurantes donde se puede degustar la cocina tradicional de la zona, basada en recetas sencillas como los potajes, migas, sopas de tomate o el malcocinao. En el apartado dulce, destacan los roscos de vino, los suspiros y las tortas de aceite, acompañados por bebidas autóctonas como la mistela o la zarzaparrilla.

Naturaleza en estado puro

Jimera de Líbar se sitúa entre dos gigantes de la biodiversidad: la Sierra de Grazalema y Los Alcornocales. El primero, con más de 50.000 hectáreas, es famoso por su régimen de lluvias y sus profundos cañones y cuevas. El segundo, con más de 170.000 hectáreas, alberga el mayor bosque de alcornoques de España.

Frente al pueblo se alza uno de sus emblemas paisajísticos: el pico Martín Gil, que se impone sobre la sierra de Líbar. La zona es especialmente apreciada por senderistas, espeleólogos y amantes del turismo activo, quienes encuentran en este entorno una red de rutas e itinerarios naturales bien conservados.

Fiestas y tradiciones en el mes grande del verano

Durante agosto, Jimera de Líbar celebra su fiesta más significativa: la feria en honor a la Virgen de la Salud. Esta festividad reúne procesiones, verbenas y actividades culturales que dinamizan el pueblo durante varios días, por lo que recomendamos hacer coincidir nuestra visita al municipio con ella o otra fiesta típica, la Fiesta del Agua. Otra celebración popular que forma parte de la identidad local es el Carnaval, con su singular Salida de las Brujas, donde los vecinos se disfrazan con sábanas y cacerolas para recorrer las calles de madrugada.

La Fiesta del Agua en las calles de Jimera de Líbar.
La Fiesta del Agua en las calles de Jimera de Líbar. / malaga.es

El calendario festivo también incluye eventos como la romería de mayo, la Semana Santa o el Tostón de Todos los Santos, una tradición otoñal que congrega a los habitantes en torno a las brasas para asar castañas.

Cómo llegar

Jimera de Líbar está situado a unos 130 kilómetros de Málaga capital. El trayecto en coche, de aproximadamente dos horas, discurre por la A-7 hasta Manilva y continúa por la A-377 hacia Gaucín, enlazando después con la A-369 y la MA-508. Este recorrido, que atraviesa parajes montañosos, prepara al visitante para descubrir uno de los pueblos más tranquilos, frescos y desconocidos de toda la provincia malagueña.

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