La cascada más alta de Málaga está junto a este refrescante pueblo tras una pequeña ruta
La cascada de La Rejía, en Tolox, es uno de los lugares más increíbles de Málaga
Descubre el pueblo mágico de Málaga con aguas termales, piscinas naturales y vistas espectaculares a la Sierra de las Nieves

La provincia de Málaga cuenta con una gran variedad de rutas naturales que permiten descubrir su riqueza paisajística de una forma pausada, directa y respetuosa con el entorno. Una de esas joyas poco transitadas, ideal para quienes se inician en el senderismo o buscan una escapada accesible sin renunciar a la belleza del paisaje, se encuentra en Tolox, un pequeño municipio enclavado en plena Sierra de las Nieves. En este enclave, el Sendero Tolox-La Rejía ofrece un recorrido circular de cinco kilómetros donde se combinan cascadas, bosques de pino, cortes geológicos de gran singularidad y una biodiversidad que sorprende al caminante paso a paso.
El punto de partida se encuentra a unos 4,4 kilómetros del reconocido balneario de Tolox, en la zona conocida como Alto de la Cuesta. Desde Málaga, el acceso se realiza tomando la N-340 en dirección a San Pedro de Alcántara y enlazando con la C-337 hacia Ronda. En este tramo se puede estacionar el vehículo antes de comenzar el ascenso inicial, un camino forestal de aproximadamente 1.700 metros que asciende suavemente hasta una curva cerrada. Desde este punto elevado, las vistas al valle del río Los Caballos anticipan lo que será una ruta cargada de contrastes naturales.

La cascada de La Rejía como protagonista
El sendero avanza a través de un cortafuegos que se abre paso entre pinos negrales y pinos insignis, configurando una primera parte del trayecto marcada por la sombra y el frescor del bosque. A medida que se desciende, el paisaje se va despejando y aparece en el horizonte uno de los iconos del recorrido: la cascada de La Rejía, un salto de agua que concentra buena parte del atractivo visual del lugar, considerada la cascada más alta de toda Málaga.
El itinerario continúa hasta el arroyo Palmarejo, uno de los puntos ideales para hacer una pausa. La vegetación aquí comienza a cambiar, predominando el matorral mediterráneo con especies como la aulaga, el palmito y la jara pringosa. Este tramo del recorrido permite observar con claridad la panorámica del valle y del curso superior del río Los Caballos, en un entorno donde la naturaleza se expresa con fuerza.
La ruta alcanza su punto más exigente en el paso por el arroyo La Rábita, donde el terreno se vuelve más pedregoso y las pendientes se acentúan. Esta zona, aunque corta, requiere cierta precaución, especialmente en días húmedos o con niebla. Sin embargo, el esfuerzo se ve recompensado con nuevas vistas desde un acantilado natural, donde el sendero se eleva antes de suavizar su pendiente en el descenso paralelo al arroyo.
Una de las curiosidades del recorrido es la Huerta de Paco Reina, un espacio que funcionó en su día como vivero forestal móvil, ahora rodeado de sauces, juncos y otras especies ribereñas que enriquecen aún más la biodiversidad del entorno. Este punto del sendero también revela uno de los contrastes geológicos más llamativos de la provincia: la presencia de peridotitas, con su tonalidad pardo-rojiza, se superpone al gris claro de las calizas del Torrecilla, generando un paisaje único tanto por su color como por su historia geológica.
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