Ruta turística alternativa por Málaga: Los monumentos más escondidos de la ciudad para alejarse de las multitudes

Málaga cada vez recibe más visitantes anualmente y no es ninguna sorpresa para los locales el gran número de turistas que llenan el centro de Málaga, el casco histórico, durante todo el año. Su predilección como uno de los grandes destinos urbanos de España, abre una puerta hacia una visita más controlada y con más espacios más allá de clásicos como la calle Larios, la Alcazaba o el Teatro Romano, donde los turistas llenan las aceras. Pero hay mucho más por descubrir.

Existen zonas y edificios alternativos a las principales rutas de este tipo que son de una gran belleza y de un valor incalculable. Aquí te hablamos de otros lugares no tan conocidos o masificiados, hacia donde se puede dirigir el público, sitios que en ocasiones hasta los propios malagueños dejan de lado a la hora de recomendar la visita de su ciudad y el centrro histórico.

La Malagueta: elegancia histórica junto al Mediterráneo

A los pies del monte Gibralfaro se extiende La Malagueta, una de las zonas más distinguidas de la ciudad. A finales del siglo XIX, fue el lugar elegido por la burguesía malagueña para levantar sus residencias de verano, dotando al barrio de un aire señorial que aún conserva.

Entre sus principales puntos de interés destacan el Palmeral de las Sorpresas y Muelle Uno, espacios que conectan el puerto con el centro urbano y ofrecen una visión moderna del frente marítimo. También se encuentran aquí el Centro Pompidou Málaga, el Hospital Noble, el Real Club Mediterráneo, así como la icónico La Farola, símbolo de la ciudad y único faro con nombre femenino.

Completan la ruta la Plaza de Toros, el Palacio de la Tinta y el Cementerio Inglés, considerado uno de los más bellos del país por su valor histórico y paisajístico.

El Soho: arte urbano y espíritu contemporáneo

Al otro lado del cauce del Guadalmedina, el Soho malagueño representa la cara más moderna y alternativa de la ciudad. Este barrio, nacido de un proyecto de revitalización urbana, ha logrado convertirse en un referente cultural gracias al MAUS (Málaga Arte Urbano Soho), un programa que transformó sus fachadas en un auténtico museo al aire libre.

Murales de artistas internacionales como Obey, Boa Mistura o D*Face conviven con galerías de arte, estudios creativos y locales de ambiente cosmopolita. En su interior, destacan el Teatro Soho CaixaBank, impulsado por Antonio Banderas, y espacios como la Sala Chela Mar o la sede de la Asociación de Artistas Plásticos de Málaga (APLAMA).

Pedregalejo y El Palo: la esencia marinera de Málaga

En el extremo oriental de la ciudad, los barrios de Pedregalejo y El Palo conservan la autenticidad de los antiguos pueblos pesqueros. Sus estrechas calles, casas bajas y barcas varadas en la arena mantienen viva la tradición marinera.

La ruta permite conocer enclaves emblemáticos como los Baños del Carmen, histórico balneario inaugurado en 1918, o los astilleros Nereo, donde aún se fabrican embarcaciones tradicionales como las jábegas. También sobresalen el tranvía histórico de El Palo, la Escuela de Jábegas de Pedregalejo y el Centro de Interpretación de las Cuevas de la Araña, un espacio arqueológico que documenta los primeros asentamientos humanos en la bahía malagueña.

El recorrido concluye en la Playa del Peñón del Cuervo y la Torre de Las Palomas, dos lugares que combinan historia, paisaje y mar.

Tabacalera y el oeste malagueño: patrimonio industrial y vanguardia cultural

El distrito oeste de Málaga esconde una de las joyas patrimoniales menos conocidas de la ciudad: el antiguo complejo de Tabacalera. Este espacio, que fue durante décadas una de las principales fábricas de tabaco de España, ha sido reconvertido en un núcleo cultural y tecnológico de primer nivel.

En su interior se encuentran la Colección del Museo Ruso de San Petersburgo, con obras de grandes maestros como Kandinsky o Chagall; el Museo Automovilístico y de la Moda, que combina automóviles clásicos y alta costura; y el Polo de Contenidos Digitales, centro pionero en innovación audiovisual.

Muy cerca, el Parque del Oeste ofrece un amplio espacio verde con esculturas, estanques y zonas de recreo, mientras que La Térmica se ha consolidado como un referente en la creación contemporánea y en la programación cultural de la ciudad.

Naturaleza y miradores: la Málaga verde y tranquila

Más allá de su patrimonio urbano, Málaga sorprende también por su entorno natural. El Monte de San Antón ofrece una de las vistas más espectaculares de la bahía, mientras que el Paseo Litoral, que une El Candado con el Rincón de la Victoria, combina tramos de playa, acantilados y restos arqueológicos.

Otro enclave imprescindible es el Paraje Natural de la Desembocadura del Guadalhorce, un humedal protegido donde habitan flamencos, garzas y otras aves migratorias. A solo unos minutos del centro, este espacio representa el equilibrio perfecto entre naturaleza y ciudad.