La Tapería Aliolé se despide del barrio de La Victoria tras nueve años: otra persiana abajo en Málaga

Alba, la propietaria del negocio, decide cerrar ante la asfixia económica de Aliolé derivada del contrato del local

Este próximo domingo 21 de diciembre será su último servicio

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La Tapería Aliolé, en el barrio de La Victoria.
La Tapería Aliolé, en el barrio de La Victoria.

La Tapería Aliolé cierra sus puertas este próximo domingo 21 de diciembre. Tras nueve años, el barrio de La Victoria perderá un pedacito de su identidad con el cierre definitivo de Tapería Aliolé, regentada por la malagueña Alba Bordonaba que, ahogada por las "cláusulas abusivas" del contrato del local, se ha visto obligada a ponerle fin al sueño que comenzó con apenas 25 años, tras acabar sus estudios de cocina.

"No me voy desencantada, sigo amando mi trabajo. El contrato se me cumple el año que viene pero me han dejado sin opción ninguna, sin querer irme", relata Alba, que afronta los últimos días de apertura de su pequeña tapería, en calle Gordón, 1, un rincón de paso de muchos vecinos del barrio de La Victoria y de Cristo de la Epidemia y Capuchinos, un lugar de encuentro para muchos donde ofrecía una cocina cercana y sincera, repleta de tapas y con opciones veganas y vegetarianas.

La noticia la dio a conocer hace ya un mes, cansada por las múltiples trabas que en los últimos años ha ido encontrando para seguir adelante con Aliolé. "He pasado una pandemia, inspecciones, multas... llevo aguantando mucho. Esta gente me va a seguir exprimiendo", cuenta Alba sobre los motivos que han derivado en el cierre de Aliolé, que en los últimos años cada vez resultó más difícil cuadrar números: "Firmé este contrato y ahora no puedo traspasar el negocio, cualquier obra corre mi cuenta y riesgo. He sufrido hasta tres inundaciones debido a la mala instalación y construcción en su día".

Tapas de Aliolé.
Tapas de Aliolé.

Alba cuenta que se ha sentido muy arropada por el barrio y sus vecinos, por sus clientes, desde que se conoce la noticia del cierre: "Algunos se me han puesto a llorar. Me han buscado todas las soluciones posibles. Hay gente que me dice que haga un crowdfunding, otros que siga guerreando...". "El barrio se queda cojo, pero no puedo estar más agradecida. Nos acogieron como el primer día. Me voy con la cabeza alta. Dejamos un buen sabor de boca", esgrime sobre el cierre de Aliolé, el cual afronta "con mucha pena pero también con ganas de disfrutar estos últimos días".

"En estos nueve años he pasado de todo, pero siempre he sido una persona payasa y he querido transmitirle esos a mis clientes", cuenta Alba, que ha pedido a sus clientes, a través de sus redes sociales, que vengan el último día de apertura, el domingo 21 de diciembre, con algo en la cabeza: "He preferido hacerlo así, que vengan todos con un sombrero, txapelas, boinas, gorras... que todo el mundo venga con algo en la cabeza para que sea una fiesta, para que la despedida sea una fiesta por todo lo alto".

El interior de la Tapería Aliolé.
El interior de la Tapería Aliolé.

La etapa de Alba en Aliolé se cierra pero su historia continúa. La malagueña reconoce que "por suerte, antes de montar mi negocio, nunca me han echado de ningún trabajo, siempre me han dejado las puertas abiertas en todos" y que en estos últimos años ha ido "acumulando muchos pretendientes laborales, esperando que me quemase". Afirma que le han ofrecido puestos en hostelería y otras áreas, tanto en Málaga como fuera de ella, pero que todavía está valorándolo todo. Lo que tiene claro es que se irá de la ciudad una temporada: "No descarto abrir algo en el futuro, pero no tengo fuerzas para montar nada ahora. Ahora me voy de Málaga".

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