Málaga

Adiós al verano de forma atípica por la humedad y las tormentas

  • Los datos de junio, julio y agosto mantienen la tendencia cálida de la última década con una temperatura media de 26 grados

Fuente de la biznaga en el recinto ferial de Málaga, este verano.

Fuente de la biznaga en el recinto ferial de Málaga, este verano. / m. h.

El próximo domingo comenzará el otoño y se despedirá un verano que, si bien en cuanto a temperaturas ha seguido la tendencia de los últimos años en Málaga, dice adiós de una forma un poco atípica por la humedad registrada desde finales de agosto así como por las tormentas localizadas con las que ha arrancado septiembre en múltiples puntos de la provincia, especialmente zonas de sierra y de la comarca de Ronda.

En este sentido, desde el Centro Estatal de Meteorología en Málaga reconocen lo "anómalo" de este inicio de mes en la provincia, aunque subrayan que globalmente no se puede decir que haya llovido mucho. Más bien, lo anormal de la situación se ha debido al hecho de que se han producido "bastantes tormentas" con precipitaciones puntualmente fuertes como sucedió en Ronda el día 13, cuando una tromba de agua sorprendió a la localidad inundando casas y locales comerciales, o como también pasó en Coín, donde llovió con intensidad el día 15; mientras que en otros puntos, como la capital, únicamente han caído dos litros.

Las previsiones para el otoño apuntan a que esta estación será más húmeda de lo normal

Esta inestabilidad con la que se cierra la estación de verano se explica precisamente por la elevada humedad acumulada en las capas bajas de Alborán desde finales de agosto, que han generado una particular Dana -depresión aislada a niveles altos- que al no tener unas temperaturas muy frías no produce precipitaciones muy extensas. "La humedad es el combustible de las tormentas", comentan desde el centro meteorológico. Esta, junto con unas temperaturas relativamente altas, además de generar una sensación de mayor calor y un ambiente sofocante, provoca un calentamiento que da lugar a tormentas y precipitaciones localmente fuertes.

La tendencia podría continuar en los próximos meses, de hecho, se prevé que el otoño sea también más húmedo de lo que cabría esperar comparándolo con la serie histórica del periodo entre 1981 y 2010. Así, la predicción general de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) arroja un 45% de posibilidades de que los siguientes meses -lo que resta de septiembre, octubre y noviembre- sigan teniendo un ambiente más húmedo de lo habitual en esta época, frente al 25% de probabilidades de que sea más seco. Con respecto al carácter térmico, no se esperan grandes diferencias con otros años.

Con respecto al balance global de esta estación veraniega -considerando que el verano meteorológico incluye los meses de junio, julio y agosto- no se ha salido de la tónica habitual en cuanto a temperaturas, con una media de 26 grados, lo que supone 1,1 grados por encima de la media histórica que se sitúa en los 24,9. El resultado ha sido un verano que la Aemet en Málaga califica como "muy cálido", comparado con la serie desde 1981 a 2010. Si se consideran los años del siglo XXI, ha habido otros cinco veranos más cálidos que este, y otros tres iguales.

Es decir, que la estación que está a punto de acabar se encuentra entre las nueve más cálidas. Esto, que según el Centro Meteorológico en Málaga puede ser debido al cambio climático, se viene percibiendo con más intensidad especialmente desde 2014. Así, salvo el de 2017 que fue sorprendentemente más fresco de lo habitual, prácticamente todos los veranos desde que empezó la actual centuria han estado marcados por un incremento notable de las temperaturas medias en la época de más calor del año. Por meses, agosto ha sido el más caluroso, con una temperatura media de 27,2 grados, lo que se traduce en 1,2 más con respecto al promedio histórico. Julio ha sido también muy cálido, con 27 grados de promedio y una anomalía de 1,5 grados, siendo esta la temperatura más alta registrada en Andalucía. Por su parte, el mes de junio, habiendo sido un poco más fresco que los otros dos meses -con una media de 23,8 grados- estuvo nueve décimas por encima de lo registrado en el periodo de entre 1981 y 2010, lo que le valió para ser la única provincia andaluza con un carácter de muy cálido.

Y en cuanto a precipitación, no ha habido lluvia alguna en estos tres meses, algo que no llama demasiado la atención de los expertos, quienes matizan que tampoco es extraño que en verano hay alguna precipitación dispersa. Este es el octavo año del siglo XXI con cero de precipitación en verano.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios