La Universidad de Málaga promueve una iniciativa inédita para que el trabajo con el que los estudiantes concluyen sus estudios proporcionen soluciones reales y prácticas a las empresas. Por el momento hay cerca de 40 empresas interesadas en acoger alumnos para que realicen el proyecto de fin de grado en sus instalaciones, así como 35 carreras que también están dispuestas a ofrecer esta oportunidad. De estas titulaciones, 16 pertenecen al ámbito de las ciencias sociales y jurídicas, 14 son ingenierías, tres son de ciencias, otras tres de ciencias de la salud y dos de humanidades.

Las empresas, instituciones y asociaciones que participen en el programa, denominado Impulso, deben proponer a los alumnos de las diferentes carreras ideas relacionadas con sus necesidades. Posteriormente, los coordinadores de los grados se encargarán de revisar y validar las propuestas, al tiempo que se insta a los alumnos que presenten soluciones a esos retos. Finalmente, se asignan los proyectos a los estudiantes que contarán con un tutor universitario, responsable del desarrollo académico del trabajo, así como con un tutor en la empresa que deberá prestar apoyo al alumno en las instalaciones de la compañía o entidad.

Una de las particularidades del programa reside en que no solo se ha previsto que los alumnos acudan a empresas cuya actividad esté directamente relacionada con sus estudios, sino que hay al menos 11 grados que se consideran de carácter transversal, en el sentido de que los estudiantes pueden proporcionar soluciones con mucho valor añadido pese a que su formación no tiene nada que ver con el objeto social de esa sociedad. Por ejemplo, un estudiante de Administración y Dirección de Empresas puede detectar errores en la gestión de una compañía al margen de cuál sea su actividad, un alumno de Marketing e Investigación de Mercados puede diseñar una campaña de publicidad en cualquier empresa u otro de Periodismo plantear un plan de comunicación personalizado.

El actual plan de estudios universitario ha extendido a todas las titulaciones la obligación de realizar proyectos de fin de grado que antes únicamente hacían los alumnos de las carreras técnicas. Este trabajo se suele realizar en el último curso y equivale a seis créditos académicos. La tónica general es que el alumno plantee una idea a su director de proyecto, que se encarga de darle forma y supervisar su desarrollo.

El perfil de las empresas que hasta ahora han mostrado interés en acoger a alumnos durante el proyecto de fin de grado se caracteriza por la diversidad. Figuran desde grandes multinacionales afincadas como Telefónica, Oracle o Accenture, a empresas medianas de perfil más tradicional como Sando o spin-off surgidas en el seno de la Universidad de Málaga.

También figuran asociaciones no gubernamentales, algunas de ellas vinculadas a los servicios a discapacitados, e instituciones públicas locales como la Diputación de Málaga, el Puerto, o algunos ayuntamientos.

De las 35 titulaciones universitarias abiertas a colaborar con empresas en esta iniciativa, 17 arrancarán sus proyectos de fin de grado a mediados de noviembre y el resto a partir de enero. En este caso, las compañías y entidades tienen hasta el 15 de noviembre para presentar sus ideas.

El programa implica a los vicerrectorados de Proyectos Estratégicos, Grado e Innovación Social, además de las facultades y escuelas a través de sus coordinadores de grados.