Aurelio Arnedillo | Presidente de Neumosur

“Prohibir fumar en la calle es una medida que se tenía que tomar”

  • Los neumólogos aplauden la limitación por su eficacia para contener el virus

  • Los especialistas en el aparato respiratorio recuerdan que es el momento “más oportuno” para dejar el tabaco

Un fumador enciende un cigarrillo en una terraza, este lunes.

Un fumador enciende un cigarrillo en una terraza, este lunes. / Álvaro Cabrera.

Los neumólogos –que son los médicos especialistas en el aparato respiratorio al que tanto ataca el coronavirus– aplauden la prohibición de fumar en la calle y espacios libres cuando no se pueda respetar una distancia mínima de seguridad de dos metros que rige desde este lunes. “Es una medida bien tomada; es eficaz y se tenía que tomar, aunque haya personas a las que les moleste”, sostiene Aurelio Arnedillo, el presidente de Neumosur, la asociación andaluza que agrupa a estos facultativos.

Galicia y Canarias fueron las primeras comunidades autónomas en adoptar esta decisión. El Consejo Interterritorial de Salud de la semana pasada la generalizó a toda España y la Administración andaluza la aplica desde este lunes. La limitación –publicada el domingo en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía– es extensiva al uso de cualquier otro dispositivo de inhalación de tabaco, pipas de agua, cachimbas o asimilados, incluidos cigarrillos electrónicos o vapeo.

¿Pero cuál es la razón de la prohibición? Básicamente, que el fumador tiene más papeletas de contagiar –si está infectado– y de contagiarse –si no lo está–. En definitiva, que si no hay una distancia de seguridad de dos metros, fumar se convierte en una práctica de riesgo de cara a la propagación del Covid 19. El fumador, si ha contraído la enfermedad, “disemina más lejos el virus”, explica Arnedillo. Y es que no es lo mismo sacar el aire de los pulmones cuando se respira normalmente que exhalar el humo del tabaco, que se hace con más fuerza. Por lo tanto, la persona que fuma está infectada, propaga más el virus.

Pero no sólo tiene más probabilidades de contagiar. También corre más riesgo de contagiarse. Primero porque al fumar no puede usar la mascarilla. Segundo porque al coger el cigarrillo se acerca las manos a la boca, con la que puede haber tocado una superficie contaminada con la Covid 19 e infectarse. “Siempre es un buen momento para dejar de fumar, pero éste es especialmente oportuno”, señala Arnedillo.

Y añade:“El fumador tiene más probabilidades de contagiarse y también de que la evolución sea peor”. La mayor probabilidad de infectarse con el coronavirus se debe no sólo porque toque un objeto con el virus y luego se lleve las manos a los labios para fumar. Sino también porque el tabaquismo provoca un descenso de la capacidad inmunológica: las células encargadas de defender al organismo, en el caso de un fumador se destruyen antes de tiempo y trabajan menos. Algunos estudios señalan que las personas con hábito tabáquico tienen el doble de riesgo de acabar en una UCI que las no fumadoras.

Javier, un ex fumador, cree que la medida es “positiva” para prevenir contagios y que quizás marque “un punto de inflexión” para prohibir el tabaco también en espacios al aire libre aún cuando pase la pandemia. A Mario, fumador, le cuesta pensar en tomarse una cerveza en una terraza con algunos amigos sin echar un cigarrito. Pero reflexiona:“Todo sea por la salud, habrá que acatarlo”.

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