David Moreno |Director del Plan Andaluz de Vacunación

David Moreno: "La campaña de vacunación contra el Covid está siendo todo un éxito"

  • Repaso de la campaña de inmunización frente al Covid en una estrategia que empezó con los mayores en las residencias y acaba con la población infantil

El director del Plan Estratégico de Vacunaciones de Andalucía, David Moreno, en la sede de la Consejería de Salud y Familias.

El director del Plan Estratégico de Vacunaciones de Andalucía, David Moreno, en la sede de la Consejería de Salud y Familias. / Juan Carlos Vázquez

El 27 de diciembre de 2020 comenzó en Málaga la vacunación contra el Covid-19. Y fueron los más mayores del recurso residencial de la Junta de Andalucía en El Palo los primeros en recibir la inmunidad. El director del Plan Andaluz de Vacunación hace balance. 

–¿Qué balance hace de la campaña de vacunación cuando se cumple un año de los primeros pinchazos?

–De forma muy resumida, y globalizada, yo creo que la campaña ha sido todo un éxito. Por parte de población general, por parte de profesionales sanitarios, por parte de los resultados que hemos tenido... La verdad que el balance es muy positivo. Cuando uno mira hacia fuera a otros países, como están, las coberturas tan bajas que tienen, teniendo, incluso, más recursos sanitarios que nosotros, o no ya fuera, otras comunidades, aquí en España, nos preguntan cómo lo estamos haciendo para ser una comunidad tan grande como es Andalucía, especialmente complicada por su geografía y su dispersión geográfica, y haber tenido un funcionamiento ejemplar más propio de comunidades más pequeñas y menos complejas.

–¿Cuál ha sido el mayor desafío en todo el proceso?

–Ha habido muchos. En primer lugar, el tema de la integración. Llegar al sector privado, porque hemos tenido incluir a los mutualistas de los cuales no constaban datos, de la mayoría, en nuestros sistemas informáticos. El localizarlos, llamarlos, citarlos para que su vacunación constara de forma correcta y oficial. Eso fue complicado. También, integrar a los inmigrantes. Y las zonas rurales. Llegar a poblaciones pérdidas ha sido posible gracias a los camiones móviles que se han ido moviendo por provincias y nos han ayudado mucho a llevar las vacunas con la temperatura adecuada.

–¿Y el mayor contratiempo?

–Tener que convencer a la población de vacunarse con Astrazeneca en su momento. Una vacuna que los primeros datos que se tenían eran un poco controvertidos porque parecía que podía tener más efectos secundarios, pero que finalmente la población entendió que estábamos en pandemia y que había que correr y vacunar para evitar muertes y, pese a todas las informaciones que salían, la gente ha sido muy solidaria.

–¿Qué proporción ha declarado abiertamente que no se vacuna?

–Eso va variando. Oficialmente, que conste en la historia clínica de la persona que ha dicho que no, y además está por escrito, en Andalucía tenemos 118.000 personas y eso supone un 1,4% de los mayores de 5 años; es decir, de las personas que pueden hoy día vacunarse. Luego están los que podrían haberse vacunado y no lo han hecho todavía. Mayores de 12 años que han tenido meses y meses. Y ahí estamos en un 5,7% de personas que no han iniciado aún la pauta. Pero ese porcentaje va bajando y, sobre todo, estos últimos días. Estamos notando un cambio radical. Antes estábamos poniendo una media de 1.500 primera dosis al día y ahora estamos haciendo 9.000 ó 10.000, quizás por el certificado Covid o la celebración de la Navidad.

–Hay personas con dos dosis, incluso tres, que se siguen contagiando. ¿Por qué?

–Se sabía desde el principio que estas vacunas estaban para tener un impacto muy rápido para prevenir enfermedad grave. Hay diferentes tipos de vacunas con diferentes tecnologías. Cuando entramos en pandemia, los investigadores se plantearon crear una vacuna que fuera muy rápida en cuanto a su eficacia, que previniera muertes y hospitalización, y, sobre todo, que fuera relativamente fácil fabricar millones de dosis de forma muy rápida y esas son las vacunas de ARN mensajero. Pero el contra que tienen es que no son capaces de evitar el contagio.

–¿Qué mensaje hay que dar ahora para que esto no desaliente la vacunación?

–Ahora mismo lo que tenemos que decir es que necesitamos poner una tercera dosis a personas muy vulnerables, porque la inmunidad va bajando y te puedes quedar como en la casilla de salida. Es verdad que no como al principio, que la gente está más protegida que antes de vacunarse, pero esta tercera dosis potencia muchísimo la respuesta inmunitaria.

–¿Cuándo está previsto que se baje de edad en terceras dosis?

–Vamos a tardar un poco. Ahora estamos muy centrados en los mayores de 60. Son los que más nos preocupan y el objetivo marcado por el Ministerio es tener como mínimo al 80% vacunados. Aquí ya estamos cerca. Luego seguiremos por debajo de esa edad, pero no vamos a vacunar a todos los de 40 a 60. Vamos a ir progresivamente de los mayores a los más jóvenes y probablemente se tardará más de un mes en llegar a los de 40, 45 ó 50 años.

–¿Qué datos maneja sobre vacunados hospitalizados y en UCI y no vacunados?

–Todo lo que estamos viendo, en general, tanto en Andalucía como en otras comunidades, es que la mayoría de las personas que ingresan en UCI son no vacunados. A medida que uno va viendo mayor gravedad hay más porcentaje de no vacunados o con una sola dosis.En UCI, aproximadamente el 75-80% son no vacunados y en hospitalización, sí que vemos algún caso de vacunados, pero salen mejor y son más leves.

–Un año después de los primeros pinchazos llega la vacunación pediátrica, ¿qué importante es su inmunización cuando está comprobado que, en general, la enfermedad no les afecta?

–El niño es cierto que durante como una gran parte de la pandemia ha estado muy protegido. Con la relajación de las medidas hemos visto como, al ir normalizando su vida, han empezado a contagiarse de forma mucho más fácil y empezamos a ver que se convertían en un gran foco de contagio en la familia. Su vacunación es una medida más de control de la pandemia. Es verdad que se vacunan, por ellos, por supuesto, pero, sobre todo, como estrategia global.

–¿Cuándo se llegará a los niños de cinco años?

–No vamos a poder llegar hasta enero, pero porque no vamos a tener dosis suficientes. Yo creo que para la segunda quincena de enero podríamos estar vacunando a niños de 5, sería un poco la idea.

–¿Esto va a ser como una gripe y tendremos que vacunarnos todos los años?

–Es muy probable que acabe siendo una vacunación que, durante años, o para siempre, se tenga que hacer todos los años como la gripe en octubre y noviembre y a lo mejor no a toda la población, pero sí a una parte, la más vulnerable, pero habrá que ir viéndolo.

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